Se puede fomentar la innovación desde la gestión del talento humano
Artículo publicado originalmente en "OBJETIVO 2030 | 5a Edición", en este enlace
Por: José Gregorio Ramírez Fontalvo - Gerente General - Gestión Integral de Proyectos -GIP SAS
El mundo necesita empresas familia y no empresas máquina
La búsqueda de fomentar la innovación para contribuir al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en las empresas que prestan servicios, especialmente las pequeñas y medianas, se centra en la calidad de sus colaboradores. Es allí cuándo la gestión del talento humano se convierte en un desafío mayor, en donde el reto ha sido mantener el equipo completo y empoderado, máxime cuando la producción y rentabilidad ha estado en el umbral del piso de sus proyecciones, especialmente en estos dos últimos años de pandemia y temas de país que todos conocemos.
Una adecuada gestión del talento humano, que mide y administra el desempeño de los colaboradores y a su vez les permite tener una visión clara de las competencias que necesitan para alcanzar el éxito personal y profesional, convierte a ese talento humano en el principal pilar de la organización, asegurando que sus procesos sean más eficientes. Es en ese momento que se vuelve relevante el trabajo realizado previamente con los colaboradores, en donde se ha priorizado al ser humano sobre su rol en la organización antes que la robotización de su cargo; así se reconocen sus necesidades, sentimientos y sueños. Además, hacen de esa organización una “empresa familia”, en donde sus miembros se sienten incluidos y empoderados.
El tener metas, principios y valores perfectamente establecidos e interiorizados en el corazón de los colaboradores y alineados a sus metas y necesidades individuales hace que los objetivos de la organización no desvíen su rumbo en este océano cambiante; ahora, si bien es cierto que no todos los sectores productivos tienen las mismas oportunidades, sí podemos decir que las hay, la tarea está en identificarlas y el recurso humano es clave para ello, pues son quienes aportan a la mejora continua, pensando en todos los grupos de interés, la sostenibilidad del planeta y la sostenibilidad de la misma organización.
Un ejemplo de ello lo encontramos en GIP SAS, donde los más importante siempre ha sido el ser humano sobre el entendido que las buenas personas son buenos profesionales; el quehacer se aprende con la experiencia, pero su esencia es lo que hace valioso a cada individuo; la clave puede estar en los detalles, personalizar la gestión del talento humano a tal punto que cada integrante de la organización se tome un café con el gerente para hablar de todo, menos de trabajo; es el principio de la relación de confianza que se afianza entre las dos partes.
Artículo publicado originalmente en "OBJETIVO 2030 | 5a Edición", en este enlace