Derechos Humanos y Empresas
La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 estableció por primera vez en la historia occidental los derechos fundamentales de las personas. Esta Declaración se fundamenta en la igualdad, dignidad y libertad, derechos básicos que deben ser garantizados por los Estados a todas las personas.
Los derechos contenidos en la Declaración son la piedra angular de los tratados internacionales que surgieron posteriormente como de obligatorio cumplimiento para los Estados, tales son el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
A partir de estos tratados internacionales, los Estados tienen la obligación jurídica de proteger a las personas de los abusos cometidos contra los derechos fundamentales, tanto a nivel internacional como nacional.
A raíz de la expansión económica en el mundo y la proliferación de tratados de integración entre países, la responsabilidad de protección de los derechos humanos se hizo extensiva a Estados, organizaciones internacionales, individuos y empresas.
Con la globalización, las empresas comenzaron a adquirir un papel protagónico en el derecho internacional y por esta razón la empresa tiene un deber legal, ético y comercial de respetar los derechos humanos de sus grupos de interés.
En este sentido Naciones Unidas creó en el año 2011 los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre empresas y Derechos Humanos para uso de los Estados, empresas, sociedad civil y otros interesados.
Conozca los Principios Rectores de Empresa y Derechos Humanos, en el siguiente enlace