Narobis Cristina Manotas – 54 años
Artículo publicado originalmente en la Revista OBJETIVO 2030 en este enlace
Por: Save the Children
Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a un presente y un futuro. En Colombia y en todo el mundo, Save the Children y sus equipos trabajan cada día para asegurar que todos los niños y niñas sobreviven, aprenden y están protegidos frente a la violencia. Conseguimos cambios duraderos en la vida de millones de comunidades incluso en aquellos a las que cuesta más llegar.
Estamos comprometidos con reducir las brechas de desigualdad que afectan a los colombianos y venezolanos en el país, es por esto que con nuestros programas de ayuda multipropósito hemos beneficiado a cientos de familias, con el fin de reducir el círculo de pobreza, mitigando los efectos y consecuencias de la migración venezolana y el conflicto armado en la economía de las familias beneficiarias.
Para mí la situación en Venezuela era excelente, de mi empresa salía la manutención para mis tres hijos, para mí y para ayudar a mis hermanos acá en Colombia, dada las circunstancias tuve que venir a arrimarme a donde un hermano, con mis hijos y nietos. Fue un cambio traumático, drástico después de ser autosuficiente, tener que venir a sentarte en una casa ajena, después de ser el sustento de muchos, paso a ser dependiente de al menos quién te dé de comer, porque tú no estás produciendo, pero como buen ser humano y colombiana me adapté a la situación y acá ando, en esta maquinita que entra un arreglo de esto de lo otro. Mi hermano le habló de mi a una persona de la fundación, hablé con ella, presenté mis papeles, me caracterizaron y posteriormente empezaron a brindar ayuda psicológica porque me sentía muy mal, el día que me llamaron a decirme que era beneficiada lloré porque ese día, no tenía ni para comer .
De beneficiada a beneficiar
“Yo estaba tan contenta de la ayuda que me estaban dando, porque era la primera vez que alguien me ayudaba, yo siempre había dado, ver que alguien me tomó en cuenta para ayudarme, sentí la necesidad de retribuir algo y así tomé la iniciativa de elaborar los tapabocas, porque se levantó la cuarentena, pero el virus sigue, fui compré la bolsa, los materiales, los elaboré y comencé a donar, pensaba vamos a ganarnos 100 vidas más”.
“Por otro lado, Nicole tiene 13 años en donde, hemos luchado y batallado con su paraplejia, es una niña, amable, de carácter fuerte, sensible, está en 5 de primaria, fue una niña que durante la estadía en la clínica hizo muchos paros respiratorios, Dios la debe tener para cosas grandes. Ella tenía una silla vieja y la Fundación le hizo entrega de una silla de ruedas, que le ha mejorado la calidad de vida a la niña. Soy Narobi Manotas, colombiana retornada de Venezuela y te cambio mis zapatos por los tuyos”.
Artículo publicado originalmente en Revista OBJETIVO 2030 en este enlace