Es el momento para que todos pongamos de nuestra parte y empecemos a cambiar los hábitos de consumo cuando de moda se trata. Las cifras hablan por sí solas: un reporte de la ONU detalló que el 20% de las aguas residuales a nivel mundial y el 10% de las emisiones globales de carbono corresponden a la producción textil.
Para empeorar el panorama, de no tomar medidas y continuar por el camino incorrecto, para el 2030 las emisiones de CO2 que se adjudican a la industria crecerían hasta en 30%, tomando la ruta contraria a las metas del Pacto por el Clima.
Ahora, debemos reconsiderar el cómo nosotros mismos consumimos, no podemos ser sostenibles cuando se tiene la creencia que una prenda puede ser utilizada solamente tres o cuatro veces, eso va en sintonía con el uso de las micro colecciones y de seguir por esa línea no vamos a mejorar.
Si bien es cierto que cualquier prenda de vestir contamina y deja una huella ambiental, ya sea en el proceso de fabricación, uso o desecho, hay que trabajar en la manera de minimizar impactos, sobre todo en aquellas donde se producen más afectaciones al medioambiente.
Si realmente queremos tener una moda más sostenible hay que optar por prendas elaboradas con materiales biodegradables o reciclados. Existen algunas marcas que lo hacen, pero por lo general son empresas pequeñas y tienen como diferencial -precisamente- ser sostenibles.
Por lo general, cuando alguien se aburre de un pantalón, una camiseta o un jean, entre otras prendas, simplemente lo bota a la basura; esa no es la solución. Si el artículo está en buen estado es mejor pasarlo a alguien más, una opción es simplemente donarlo.
Hay quienes tienen 15 jeans en el closet (entendiendo el impacto que genera cada uno) pero no recuerdan tenerlos, entonces se trata un poco invertir la pirámide donde la base -hasta ahora- ha sido comprar, pero esa debería ser la última alternativa, primero se debería revisar qué tengo en mi armario para tomar decisiones antes de adquirir un nuevo jean o una nueva camiseta.
Otra de las opciones es utilizar plataformas como GoTrendier, donde se puede adquirir ropa de segunda mano, pero con excelente calidad, alargando la vida útil de productos que sus dueños no quieren, pero no están dañados, evitando que se arrojen a la basura. Esta tendencia se sigue posicionando, ya que la industria y los consumidores han advertido sobre la necesidad de volver la moda más amigable con el ambiente. Teoría que reafirma el Informe de McKinsey Moda y Cambio Climático 2021, en el cual se evidencia que dos tercios de los consumidores quieren limitar el cambio climático después de la COVID-19.
La opinión expresada en esta entrada de blog es de exclusiva responsabilidad de su autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de Pacto Global Red Colombia.