Por Tomás Huertas on Lunes, 29 Enero 2024
Categoría: Nuestras Voces

¿Está su empresa preparada para el futuro sostenible?

En el mundo empresarial, enero es un período en que las compañías se sumergen en la elaboración de su informe de sostenibilidad. Para las empresas que buscan perdurar en economías más conscientes, la sostenibilidad ya no es solo una moda, sino un imperativo. Consumidores, inversores y gobiernos exigen responsabilidad ambiental y social. La pregunta clave para aquellos observando desde afuera es: ¿Qué define realmente a una empresa como sostenible? ¿Son genuinamente sostenibles?

Según los parámetros internacionales y más exigentes, una empresa sostenible es aquella que crea valor económico, medioambiental y social de forma equilibrada. Para ello, las empresas deben tener una responsabilidad real con la sostenibilidad que vaya más allá de un discurso de marketing. Este compromiso debe estar presente en todos los niveles de las organizaciones, desde la dirección hasta los colaboradores.

La sostenibilidad abarca más que las operaciones empresariales; es esencial que las empresas fomenten la sostenibilidad incluso en sus oficinas. Los edificios sostenibles desempeñan un papel fundamental en la preservación del planeta al minimizar su impacto ambiental, reducir residuos, facilitar el acceso al transporte público, optimizar el uso del agua y la energía, y proporcionar un entorno interior saludable.

En concreto, una empresa sostenible debe cumplir tres criterios:

Primero, minimizar su impacto ambiental en todas sus actividades, desde la producción hasta la distribución, reducir el consumo de energía y recursos, prevenir la contaminación y eso incluye los edificios donde operan.

Segundo, contribuir al desarrollo social y económico de las comunidades impactadas apoyando iniciativas sociales, promoviendo la igualdad de oportunidades y garantizando condiciones laborales dignas.

Tercero, debe invertir en innovación para desarrollar productos y servicios más sostenibles que permitirá reducir su impacto ambiental y social, y mejorar su competitividad.

La importancia de estos criterios va más allá de una cuestión de imagen. No se trata de "brandwash" o lavado de imagen. La sostenibilidad real se traduce en beneficios tangibles y resultados medibles, como la reducción de riesgos ambientales y sociales, mayor atractivo para inversores éticos y la lealtad de clientes conscientes.

Las empresas verdaderamente sostenibles abrazan la transparencia durante todo el año, compartiendo no solo sus éxitos deslumbrantes, sino también sus desafíos. Adoptan tecnologías, tienen oficinas sostenibles y procesos que respetan el entorno.

En Colombia recientemente, la Superintendencia de Sociedades ha sentado las bases en relación con el impacto de las compañías, exigiendo a las empresas que elaboren un informe de sostenibilidad anual a través de la Circular Externa 100-000010 del 2023. Este no es solo un requisito; es una oportunidad para construir confianza y mostrar un compromiso real con la transparencia.

Que este enero sea el inicio de un compromiso renovado por la sostenibilidad de las empresas que quieren ser competitivas en el futuro cercano y que no solo sea un tema de conversación, sino una estrategia empresarial que puede generar beneficios reales para las compañías y la sociedad.


La opinión expresada en esta entrada de blog es de exclusiva responsabilidad de su autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de Pacto Global Red Colombia.

Publicaciones relacionadas

Dejar comentarios