Por Ramiro Santa on Martes, 25 Febrero 2025
Categoría: Nuestras Voces

El triunfo del Valiente Valentín

Pareciera que la celebración del día de San Valentín fuera una estrategia tan precisa como la de un vendedor ambulante que siempre esta donde va a ver problemas de tráfico automotor, así como son los vendedores de aguacates en una esquina transitada o los que venden extintores y señales en las orillas de las carreteras -pues autopistas no tenemos.

El día del amor y amistad esta justo después de la Navidad, de la Semana Santa, para asegurarse que productores y comerciantes sigan honrando la ética del trabajo y haciendo gala de su ingenio comercial. Es así como el 14 de febrero es el día en que el amor se manifiesta, se confiesa o se adorna con ramos de rosas, chocolates -ahora sin azúcar ni gluten-, invitaciones a cenar y para los más entusiastas, con serenatas o hazañas amorosas más aeróbicas.

Los historiadores no se han puesto de acuerdo en el origen de día de San Valentín, todo comenzó con las Lupercales, una fiesta romana celebrada el 15 de febrero. En ella, los sacerdotes sacrificaban cabras. Otra teoría apunta a la fiesta de Juno Februata, en la que los hombres elegían al azar el nombre de una mujer de una caja para formar parejas temporales.

El precursor del Tinder antiguo, pero sin filtros ni "ghosting".

Luego llegó el personaje que da nombre a la celebración: un sacerdote llamado Valentín, que en el siglo III se dedicó a casar parejas en secreto. El emperador Claudio II había prohibido el matrimonio para los jóvenes porque pensaba que los solteros eran mejores soldados.

Pero Valentín, firme en la convicción de que el amor no conoce barreras (ni decretos imperiales), desafió la norma y unió en matrimonio a muchos enamorados a escondidas.

Obviamente, este tipo de activismo romántico no pasó desapercibido, y Valentín fue arrestado. Mientras estaba en prisión, ocurrió lo impensado: devolvió la vista a Julia, la hija ciega de su carcelero, lo que llevó a la conversión de toda su familia al cristianismo.

Aun así, el 14 de febrero del año 269, Valentín fue ejecutado. Antes de morir, envió una nota a Julia firmada "De tu Valentín", origen de la clásica frase "From your Valentine".

Siglos después, en el año 494, el papa Gelasio I oficializó el día de San Valentín, pero no fue hasta la Edad Media que el día empezó a asociarse con el amor romántico. Chaucer, el poeta medieval, mencionó la fecha en sus versos, y de ahí en adelante, la idea de que San Valentín era el día del amor quedó sellada.

Con el paso del tiempo, la festividad se transformó en una oportunidad perfecta para enamorados, empresarios, comerciantes y buenos cocineros. Hoy, San Valentín mueve miles de millones de dólares en flores, chocolates, cenas y, para algunos afortunados, viajes sorpresa a destinos románticos.

Las estadísticas son claras: el 43% de las parejas salen a comer, el 31% opta por mensajes o saludos y el 26% elige un regalo. Y no olvidemos a aquellos que esperan descuentos en chocolates el 15 de febrero.

Mientras que en el mundo se celebra en febrero, en Colombia el día del amor y la amistad se celebra en septiembre. Esto se debe a una decisión comercial que buscaba mover las ventas en ese mes, que suele ser flojo. Sin embargo, un 47% de los colombianos sí lo celebran en febrero, lo que significa que hay quienes tienen dos oportunidades al año para sorprender (o decepcionar) a sus parejas.

San Valentín además de ser una conmemoración religiosa es una bendición para muchas personas que siembran, producen y comercian; pero también es cierto que su esencia sigue intacta: celebrar el amor, ya sea con un gran gesto o con un simple "te quiero". Y para aquellos que piensan que es una fecha innecesaria, recuerden que al menos es una oportunidad para recibir un chocolate gratis, un mensaje inesperado o una cena especial.

Eso sí, en estos tiempos de angustia y desasosiego el verdadero reto de todos es mantener vivo el amor, la comprensión y el romanticismo todo el año, porque un ramo de flores un solo día no compensa once meses de olvidos.

Artículo publicado originalmente en La República


La opinión expresada en esta entrada de blog es de exclusiva responsabilidad de su autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de Pacto Global Red Colombia.

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