Llegaron los buñuelos, la natilla, los brindis, las sonrisas, las llamadas, las reuniones familiares y/o con amigos, para recordarnos lo divertido que es dedicarle tiempo a las personas que queremos.
Esta época, es la favorita de muchos, porque es la oportunidad de pasar tiempo con las personas que queremos, de hacer llamadas a las personas que nos interesan, de reconocer el esfuerzo y el trabajo de otros y de dar regalos a aquellos que hacen que nuestra vida sea más bonita. Esta temporada nos recuerda la verdadera naturaleza humana, esa naturaleza que nos llama a hacer generosos y traer mucha felicidad a quienes nos rodean y a nosotros mismos.
A veces, vemos la generosidad muy lejana o exclusiva para quienes tienen más recursos, pero la verdad es que no es así. La generosidad está al alcance de todos y de una manera muy sencilla de aplicar; de acuerdo con las enseñanzas budistas que descubrí en el "Libro de la Alegría" de Su Santidad el Dalai Lama y el Arzobispo Desmond Tutu, hay tres tipos de generosidad:
- Dar posesiones materiales. (Esto es al alcance de nuestras posibilidades, y recuerda, tú eliges a quien)
- Dar libertad para vivir sin temor. (Esto es dar protección, consejo o consuelo)
- Dar guía espiritual. (Es compartir tu sabiduría, tus enseñanzas morales y éticas o ayudar a las personas a hacer más autosuficientes)
Como ven, no son muy dispendiosas y están al alcance de todos nosotros. Sin embargo, yo agregaría una cuarta: Dar tiempo, porque el tiempo es nuestro recurso más preciado y que alguien nos atienda para recibir una llamada, para responder una consulta, para enseñarnos algo o para simplemente tomarse un café con nosotros, todo esto no solo va a hacer sentir bien a quien le damos nuestro tiempo, sino a nosotros mismos.
Por eso, esta semana y hasta que finalice el año, los invito a que seamos más generosos, a que escojamos la forma de generosidad con la que nos sintamos más cómodos y la apliquemos, pero arriesguémonos no solo a ser generosos con las personas que queremos, sino también con las personas que no queremos y con las que no conocemos, un pequeño acto de generosidad puede cambiar la realidad de muchas personas, los dejo con una frase que puede ser de inspiración en estos días:
"De hecho, cuidar de los demás, ayudar a los demás, es en última instancia el modo de descubrir tu propia alegría y de tener una vida feliz" Su Santidad el Dalai Lama
¡Feliz semana de descubrir la forma de ser más generosos y ponerlo en práctica!
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