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¿Cómo abordar conversaciones difíciles?

¿Cómo abordar conversaciones difíciles?

“Me encanta la discusión. Me encanta el debate. No espero de nadie que simplemente se siente ahí y esté de acuerdo conmigo; ese no es su trabajo.”
Margaret Thatcher

En la vida se nos presentan situaciones, en las que debemos abordar conversaciones difíciles.

Muchas veces, nos preocupa que nuestra conversación lastime a otras personas, o nos de miedo su reacción y las posibles consecuencias que se deriven luego de la conversación.

Esa es la razón por la que a veces consideramos que es mejor no tenerlas, o la terminemos retrasando tanto que cuando llega el momento explotamos y el mensaje que queríamos transmitir se pierde por el tono en que lo transmitimos, esto nos puede pasar a todos. Por eso quiero compartirles algunas recomendaciones que me han ayudado al momento de abordar conversaciones difíciles y que ustedes podrían encontrar útiles antes de abordar sus propias conversaciones:

  1.  Planear la conversación. Debemos pensar el lugar en donde se va a realizar la conversación, debe ser un lugar que propicie la sana discusión, en donde podamos escuchar y hablar con la otra persona, lo mejor es que esa conversación no la tengamos por teléfono, sino en vivo y en directo. Así mismo, debemos contar con los datos y hechos suficientes que permitan a la persona entender la situación que le estamos manifestado.
  2. Mensaje respetuoso, claro, directo y corto. Debemos ser conscientes que cuando estamos transmitiendo una mala noticia, la persona pueda que no escuche nada más después de lo que tenemos que decir, esa es la razón por la que debemos transmitirlo de la manera más asertiva posible, clara y directa para que la persona pueda quedarse con toda la información.
  3. Entender las emociones de nuestro interlocutor. La empatía es fundamental en las conversaciones difíciles, debemos ponernos en el lugar del otro y entender como se siente cuando estamos transmitiendo el mensaje, es normal que a la persona le de malgenio, se quiera ir o no diga nada, incluso llore; lo importante es que la persona tenga la oportunidad de exteriorizar sus emociones, se desahogue o manifieste sus quejas sobre nosotros.
  4. Escuchar. Nosotros ya tuvimos la oportunidad de hablar y de manifestar lo que queríamos decir, entonces es muy importante que le demos la oportunidad de expresarse y escuchar lo que tiene que decir, aquí lo mejor es ver a las personas a los ojos y concentrarnos en lo que nos está diciendo. Esto implica que no vamos a estar preparando la respuesta en nuestra cabeza, simplemente vamos a escuchar con atención lo que tiene por decirnos, si al final hay algo que haya que aclarar, lo aclaramos, y si hay algo con lo que no estemos de acuerdo podemos decirlo con respeto y en el marco de los datos que recopilamos.
  5. Tenerla a tiempo. Es normal que aplacemos las cosas que nos cuestan trabajo o que no queremos hacer. Sin embargo, el no tener una conversación a tiempo hacer daño a nuestras relaciones profesional o personales, incluso a nosotros mismos, o que se cause un perjuicio mayor, por ejemplo, el no darle retroalimentación a una persona del equipo podría hacer que la despidieran por no cumplir con las expectativas de la empresa.
  6. Compensar el daño. Bueno, si hicimos daño a una persona, lo mejor es pedir disculpas e intentar hacer algo para que se sienta mejor. Lo peor de lastimar a alguien es no pedir disculpas, porque de esta forma pueden pensar que no nos importan sus sentimientos, su trabajo o sus opiniones.

Las conversaciones difíciles, pueden tener muchos matices, por ejemplo, las retroalimentaciones cuando hay cosas que mejorar en el equipo, un despido, la terminación de una relación amorosa o pedir una disculpa por un error que hemos cometido. Algunas de ellas son pequeñas y al principio podemos pensar que no son importantes, pero con el tiempo se van acumulando hasta que ya no se pueden soportar, pasa muy a menudo cuando no podemos decir “no” a una nueva labor que se nos esta encargando y terminamos con tantas actividades y tareas que no podemos descansar, o cuando necesitamos ayuda pero esperamos a que no la ofrezcan, cuando hay una situación que nos molesta porque nos hace sentir incómodos y preferimos no abordarla para no incomodar.

Si estamos sintiendo que nuestra carga es mayor, o que hay algo que no nos gusta, o que necesitamos ayuda, lo mejor es propiciar el espacio rápidamente, porque si no lo hacemos empezamos a suponer que los demás actúan de esa forma para lastimarnos y pueda que esa no sea su intención.

Por eso, la invitación de esta semana es que reflexionemos si tenemos alguna conversación pendiente por abordar, que propiciemos el espacio para abordarla en el marco del respeto y de la empatía, pueda que al hacerlo nos sorprendamos con los resultados.

 ¡Feliz semana de enfrentar las conversaciones que hemos venido aplazando!


La opinión expresada en esta entrada de blog es de exclusiva responsabilidad de su autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de Pacto Global Red Colombia.

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Domingo, 22 Diciembre 2024