Tecnologías digitales para proteger el planeta

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Por: Julia Binder y Michael Wade

Cuando se utilizan de manera adecuada, las tecnologías digitales pueden beneficiar a las organizaciones, mejorar la vida de las personas y proteger el planeta.

Para 2030 Google se ha fijado el objetivo de lograr emisiones netas cero en todas sus operaciones. Pero la empresa opera numerosos centros de datos, los cuales generan mucho calor y, por lo tanto, requieren bastante energía para enfriarse. ¿Cómo puede Google, una empresa que opera a base de centros de datos que consumen bastante energía, llegar a tener cero emisiones netas?

Google le confió esta pregunta a DeepMind (Mente Profunda), su subsidiaria de inteligencia artificial. DeepMind recopiló datos de varios sensores en los centros de datos de Google, incluida información sobre temperaturas, presión, consumo de energía y estado del equipo de refrigeración. Después, creó un modelo del sistema de refrigeración en tiempo real, el cual le permitió predecir la temperatura y la presión que tendría cada centro de datos hasta con una hora de antelación. Con estos conocimientos, el sistema de refrigeración pudo optimizar sus operaciones para gestionar, proactivamente, los cambios de temperatura. Entre las acciones realizadas, se hicieron modificaciones a la configuración del equipo de refrigeración; es decir, para satisfacer la demanda de refrigeración pronosticada, se ajustaron las velocidades de los ventiladores, las presiones de las bombas y las posiciones de las válvulas.

Además, el sistema de DeepMind, con sus redes neuronales y aprendizaje por refuerzo, podía aprender y adaptarse de manera continua. Mediante el análisis de nuevos datos y el continuo ajuste de su modelo, la inteligencia artificial mejoró paulatinamente sus predicciones y recomendaciones, lo cual logró una reducción del 40% en el consumo de energía necesaria para la refrigeración. Este aprendizaje constante le permitió al sistema adaptarse a condiciones cambiantes tales como las fluctuaciones en la carga del servidor o las condiciones climáticas, y aseguró que se mantuviera eficiente en una gran variedad de situaciones. 

No obstante, el avance hacia una economía sostenible es, quizás, el mayor desafío para las organizaciones y las sociedades de nuestro tiempo. Las tecnologías digitales son útiles para muchos aspectos de la sostenibilidad; por ejemplo, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la protección de la biodiversidad, el aumento del reciclaje, la prevención de la deforestación y el apoyo a los objetivos de sostenibilidad a lo largo de las cadenas de valor. Sin embargo, si bien no puede subestimarse la forma en que las tecnologías digitales apoyan esta transformación, los mecanismos mediante los cuales ocurre tal avance siguen siendo poco explorados. 

Consideramos esta brecha como una oportunidad perdida. Por su propia naturaleza, las tecnologías digitales son idóneas para visualizar, mejorar y escalar procesos; así, por extensión, también lo son para lograr impactos sostenibles mayores y más rápidos. Como parte de las iniciativas de sostenibilidad, la adopción de las tecnologías digitales puede capacitarnos para tomar decisiones y llevar a cabo innovaciones basadas en datos que, asimismo, tienen como resultado un mundo más verde y eficiente en el uso de recursos. Lo anterior alinea nuestros avances tecnológicos con nuestras responsabilidades ambientales.

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La promesa de sostenibilidad digital

Una de las razones por las que los líderes empresariales no han prestado atención a la intersección de la tecnología digital y la sostenibilidad es que parecen no complementarse. Las empresas, en gran medida, han utilizado la digitalización para obtener beneficios económicos tales como la reducción de costos, el aumento de ingresos o la mejora de la agilidad; también, han prestado de manera relativa poca atención a los impactos ambientales. En cambio, a la sostenibilidad le preocupan los beneficios para el medio ambiente —un ejemplo son la reducción de desechos o la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero —, aunque las empresas suelen subestimar el papel de las tecnologías digitales como posibles facilitadoras. No obstante, pese a estos sesgos, un estudio transversal de 2022 encontró que el 40% de los ejecutivos creen que las tecnologías digitales pueden tener un efecto positivo en sus agendas de sostenibilidad.1 

Creemos que las herramientas digitales pueden impulsar el rendimiento organizacional y, si se utilizan de manera adecuada, también pueden ayudar a proteger el planeta y mejorar la vida de las personas. A esta combinación la denominamos sostenibilidad digital, que definimos como el uso de herramientas y tecnologías digitales a fin de mejorar la sostenibilidad ambiental, además del rendimiento organizacional, o, en algunos casos, a expensas de este último.

Es verdad que las tecnologías digitales no siempre tienen un impacto positivo en la sostenibilidad. Por ejemplo, la contaminación digital representa, aproximadamente, el 4% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, cifra que supera el porcentaje de las emisiones ocasionadas por la industria de la aviación.2 Las propias tecnologías digitales deben volverse más responsables y sostenibles. 

Sin embargo, las tecnologías digitales pueden jugar un papel importante para alcanzar la sostenibilidad. Consideremos cómo han facilitado la electrificación continua del sector del transporte; cómo los conceptos de ciudades inteligentes utilizan tecnologías digitales para permitir un uso más eficiente del espacio y los recursos; finalmente, cómo el sector agrícola está utilizando datos espaciales y sensores inteligentes para mejorar el uso de la tierra, el agua y los pesticidas. Incluso, el Foro Económico Mundial y la firma Accenture estiman que las tecnologías digitales pueden reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero hasta en un 20%.3 Un estudio de PwC estimó, además, que el 70% de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU podrían lograrse al utilizar tecnologías emergentes: la inteligencia artificial, la cadena de bloques (blockchain) y el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés).4

Mientras que los líderes empresariales se han concentrado, mayormente, en cómo las herramientas y tecnologías digitales pueden mejorar la rentabilidad, aún no han explorado de un modo completo el potencial de estos recursos para avanzar hacia la sostenibilidad. Nuestra investigación indica que ambos objetivos pueden lograrse a través de tres amplios mecanismos: ver mejor, actuar mejor y escalar mejor. Examinémoslos con detalle.

Ver mejor

Una de las formas en que las herramientas y tecnologías digitales pueden ayudar es al probar la claridad, visibilidad y transparencia de los impactos de sostenibilidad. Como lo expresó un ejecutivo de cadena de suministro de Philips: "Creo que lograr la transparencia a lo largo de toda la cadena de valor es fundamental, porque la transparencia no solo ayuda a la sostenibilidad, sino también te permite mejorar tu rendimiento". 

Cuando los equivalentes digitales reemplazan a los activos físicos, muchas veces se obtiene un doble beneficio: la reducción de costos y la disminución del impacto en el medio ambiente.

Para entender este concepto consideremos algo más cotidiano: el uso de energía en nuestro propio hogar. Supongamos que deseáramos reducir nuestro impacto ambiental. ¿Por dónde empezaríamos? Los electrodomésticos tienen, probablemente, una clasificación energética; no obstante, aun si conociéramos esta información, nos ofrecería una visión muy limitada de nuestro consumo real. Para la mayoría de las personas nuestra huella de carbono es una caja negra. Nos gustaría reducirla, pero simplemente no tenemos los suficientes datos para saber qué hacer. Por fortuna, los medidores inteligentes más nuevos proporcionan información en tiempo real sobre el consumo de energía del hogar, que puede visualizarse en aplicaciones móviles. Lo anterior nos permite tomar mejores decisiones basadas en información acerca de nuestro consumo de energía, lo cual se traduce en facturas más bajas y un menor impacto ambiental. 

Hoy en día, más de 1,000 empresas con un valor combinado de 16.4 billones de dólares han firmado compromisos de alcanzar emisiones netas cero entre 2025 y 2035.5 Si bien es relativamente sencillo abordar las emisiones de alcance 1 y 2 —es decir, aquellas que están bajo el control directo de la empresa—, las emisiones de alcance 3, que ocurren a lo largo de la amplia cadena de suministro, son mucho más difíciles de reducir.

La mayoría de las cadenas de suministro actuales son tan extensas, globales y fragmentadas que le es difícil a las empresas desenredarlas y comprenderlas. Sin embargo, si deseamos analizar la sostenibilidad en toda la cadena de valor o identificar dónde ocurren las mayores emisiones dentro de una red de logística, necesitamos contar con transparencia total. Muchas empresas con las que hemos hablado, y que monitorean sus cadenas de suministro, encuentran que el principio de Pareto es cierto: el 20% de los proveedores son responsables del 80% de los impactos ambientales negativos, tanto en términos de contaminación como de conducta ética. 

En la actualidad, varias empresas están trabajando de manera activia para poder medir sus emisiones de alcance 3. Por ejemplo, Firmenich, líder global en sabores y fragancias, introdujo la iniciativa de trazabilidad digital PATH2FARM en 2021. Esta iniciativa monitorea los impactos sociales y ambientales de los materiales crudos que usa Firmenich y, a su vez, ofrece a los clientes acceso a la base de datos de la empresa, lo que brinda total transparencia de un extremo a otro de la cadena de suministro. El Grupo BASF, por su parte, lanzó un proyecto similar en 2022 llamado Seed2Sew (Sembrar para coser). En él utiliza tecnología blockchain para rastrear la cadena de valor de la moda desde las semillas de algodón hasta el desmote, hilado, tejido y fabricación de la fibra. 

Al mismo tiempo, consideremos Tony’s Chocolonely, un productor de chocolate ético con sede en los Países Bajos. La empresa muestra un doble enfoque social-ambiental al buscar eliminar la esclavitud a lo largo de la cadena de suministro del chocolate y reducir su impacto ambiental. Cuando Tony’s encontró grandes lagunas de información a lo largo de la cadena de suministro para evaluar los impactos, la empresa estableció una plataforma basada en la nube llamada Beantracker (rastreadores de granos), la cual monitorea el movimiento de los granos de cacao desde las plantaciones en África Occidental hasta las fábricas en Europa. Beantracker respalda sus objetivos de sostenibilidad al asegurarse de que sus granos de cacao provengan de fuentes éticas y estén libres de cualquier asociación con la esclavitud o las prácticas laborales injustas. Así, permite evaluar el impacto ambiental de su transporte y producción.

Empero, la posibilidad de ver lo que sucede en las cadenas de suministro globales es solo el primer paso. El siguiente radica en utilizar herramientas de análisis digital, muchas veces potenciadas con inteligencia artificial, para analizar vastas cantidades de información que respalden decisiones y predicciones más precisas. Beantracker permite a Tony’s ser más inteligente en cuanto a los impactos sociales y ambientales. Cuando midió su impacto ambiental en toda la cadena de valor del chocolate, hizo un hallazgo interesante: la mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero no provenía del cultivo de las vainas de cacao, ni del transporte de los granos, ni siquiera del proceso de fabricación. Más bien, provenía de las vacas que aportaban el polvo de leche para el chocolate. Con este conocimiento, Tony’s puede trabajar para mitigar el impacto; por ejemplo, ha introducido en su gama de productos una línea de chocolate vegano. 

Además, Tony’s comparte sus hallazgos con sus socios, incluidos proveedores, minoristas y algunos competidores, para que puedan trabajar en colectivo y mejorar la sostenibilidad a lo largo de toda la cadena de valor del chocolate. Adicionalmente, usan satélites GPS y drones para elaborar mapas del tamaño de las fincas productoras de las vainas de cacao. Tony’s compara los datos generados por los GPS con los de la producción que le proporcionan los agricultores. Al medir la producción con los datos típicos de rendimiento, se pueden identificar anomalías; un ejemplo es cuando se suministran demasiadas vainas desde una finca en particular. Ello puede indicar que se está cultivando en áreas protegidas, que existe deforestación o que se están robando vainas de fincas vecinas. Cuando se identifican anomalías, Tony’s envía personal para investigar. En los casos con rendimientos inferiores a los niveles esperados, se implementan programas de entrenamiento con el propósito de ayudar a los agricultores a tomar mejores decisiones sobre sus plantaciones.

Actuar mejor

Una vez que cierta empresa analiza los datos sobre los beneficios de la sostenibilidad, resulta capaz de tomar decisiones para alcanzar una mayor sostenibilidad. En específico, las herramientas y tecnologías digitales pueden mejorar tres amplias categorías de acción. Primero, pueden reducir la necesidad de recursos físicos; segundo, pueden disminuir el impacto negativo de dichos recursos; tercero y último, pueden ofrecer mejores servicios ambientales. 

Muchos de los impactos sociales y ambientales negativos provienen de la necesidad de obtener, producir, transportar, mantener y desechar recursos físicos. Si se pudiera evitar por completo la necesidad de recursos físicos, dichos impactos podrían ser eliminados. Existen diferentes tecnologías digitales que pueden facilitar este resultado. 

Suzhou, Jiangsu Province, China - May 3, 2018

Cuando los equivalentes digitales reemplazan a los activos físicos, muchas veces se obtiene un doble beneficio: la reducción de costos y la disminución del impacto en el medio ambiente. Los gemelos digitales son un buen ejemplo de este patrón, pues permiten la simulación digital de un producto o componente para prever su proceso, así como su rendimiento bajo diversas condiciones, y a lo largo de su diseño y ciclo de vida. Tesla, por ejemplo, crea una simulación digital de cada automóvil que vende; utilizan datos recopilados de los sensores de los vehículos, los cuales se cargan a la nube. Este gemelo digital permite a la empresa predecir dónde es más probable que ocurran fallos y averías. Al hacerlo, reduce sus costos de mantenimiento, evita las devoluciones de vehículos para revisión y, al mismo tiempo, mejora la experiencia del cliente.

Desde una perspectiva de sostenibilidad, la empresa de servicios petroleros Baker Hughes contribuye al desarrollo del concepto de gemelos digitales al combinar los datos simulados del gemelo digital con los del rendimiento real del objeto físico. Dichos datos se obtienen de sensores e inspecciones para formar lo que la empresa llama un "triple digital". Este puede prolongar la vida útil de sus productos y mejorar la exactitud de las predicciones mientras reduce la necesidad de construir prototipos físicos. Igualmente, puede ayudar a alcanzar objetivos de seguridad y sostenibilidad, ya que la empresa puede utilizar sus tecnologías digitales en campos petroleros a fin de monitorear y garantizar la salud, seguridad y protección ambiental de los trabajadores. Por ejemplo, el monitoreo remoto, impulsado a partir de la visión por computadora y los datos de sensores, detecta de manera rápida y precisa la corrosión, así como posibles fugas. Encima, el análisis predictivo habilitado por la IA ayuda a identificar y prevenir fallas en equipos que podrían afectar tanto a los trabajadores como al medio ambiente. 

Además de los gemelos digitales, otros ejemplos de desmaterialización, como la fabricación aditiva y la impresión 3D, pueden beneficiar al medio ambiente de varias formas. Por ejemplo, pueden reducir los desechos durante el proceso de fabricación, construir productos con menos material, y disminuir los costos logísticos y los impactos asociados con la entrega de productos a los clientes. Además de los productos, los procesos físicos pueden ser reemplazados por alternativas digitales, entre ellas la automatización digital de procesos. Finalmente, la migración de procesos que requieren papel a formatos en línea puede reducir la necesidad de papel, mano de obra e infraestructura de transporte.

Las tecnologías digitales no necesariamente tienen que reducir o eliminar los recursos físicos para promover la sostenibilidad. También pueden ayudar a reducir el impacto ambiental de los objetos físicos que necesitan ser utilizados. Pueden contribuir a una mayor eficiencia, eliminar el desperdicio, reducir la necesidad de viajar y fomentar el reciclaje y la reutilización.

Por ejemplo, la ciudad de Ginebra introdujo un sistema innovador de estacionamiento inteligente en 2017 para aliviar la congestión del tráfico, y mejorar la productividad de sus residentes y visitantes. Antes de este sistema, algunos estudios revelaron que el 20% del tráfico urbano se componía de vehículos que daban vueltas en busca de espacios de estacionamiento, lo que causaba un aumento en el consumo de combustible y en las emisiones. La solución de estacionamiento inteligente de Ginebra incorpora una red sofisticada de sensores integrados debajo de los espacios de estacionamiento, cámaras de alta resolución, mapeo preciso por GPS y una aplicación para consumidores fácil de usar. Ahora, con la ayuda de esta tecnología integrada, los conductores pueden acceder a información en tiempo real sobre espacios de estacionamiento disponibles, e identificar la opción más cercana y conveniente. Este impulso en eficiencia no solo ahorra tiempo valioso a los conductores, sino que también reduce el impacto ambiental de las emisiones vehiculares causadas por el deambular innecesario y la constante búsqueda de estacionamiento.

Otro ejemplo son los sistemas de mantenimiento remoto. Ya habían empezado a expandirse por gran parte del mundo industrializado antes de la COVID-19, y la pandemia solo aceleró su adopción. Estos sistemas utilizan sensores y análisis de datos para prever fallos en componentes o productos, lo que permite reparaciones o reemplazos oportunos. Generalmente, dichas reparaciones o reemplazos requieren que un técnico viaje al lugar del problema. Pero, hoy en día, para evitar la necesidad de viajar, las organizaciones están implementando sistemas de mantenimiento remoto que, a veces, involucran sistemas de realidad aumentada. 

Por ejemplo, Tetra Pak, el gigante del envasado líquido, utiliza auriculares de realidad virtual para permitir que los equipos de técnicos realicen complicadas tareas de mantenimiento en sus líneas de envasado de alimentos y bebidas, así como en lugares de difícil acceso tales como Yemen. Un técnico general usa el auricular para conectarse con un especialista que puede guiarlo mientras realiza la reparación. Estos sistemas reducen el tiempo de inactividad del equipo y disminuyen tanto los costos como el impacto ambiental, ya que eliminan la necesidad de que el especialista viaje. 

Normalmente, alargar la vida útil de los recursos físicos produce beneficios financieros y de sostenibilidad al disminuir los costos de propiedad y la necesidad de producir reemplazos. Lo anterior incluye productos de tecnología digital que, con frecuencia, tienen una vida útil limitada. Si se logra extender al menos un año la vida útil promedio de un smartphone o una computadora portátil, se reducirán tanto los costos de reemplazo como los impactos ambientales, además de que se fomentará la reutilización provechosa de los componentes tecnológicos a través del reciclaje y la modularidad. 

Las tecnologías digitales también pueden ayudar a extender la vida útil de otros recursos físicos, lo que reduce el desperdicio. La empresa de tecnología médica Philips ha diseñado productos de imagen “circulares”, en el sentido de que sus componentes pueden ser reutilizados y su propósito redefinido. La empresa está convirtiendo otros elementos de hardware a software para que puedan ser actualizados en lugar de reemplazados. Por último, el seguimiento tecnológico igual forma parte de la estrategia de Philips. Cuando la empresa conoce la ubicación de un producto, puede coordinar su devolución, renovación y redistribución, extendiendo así la vida útil del producto. 

Más allá de sus impactos en los recursos físicos, las tecnologías digitales también pueden ofrecer nuevas soluciones y modelos de negocio en vista de aumentar el impacto positivo que una organización puede tener en el mundo. Por ejemplo, en la última década, el gigante químico alemán BASF ha invertido, considerablemente, en herramientas y tecnologías digitales dentro de todas sus líneas de negocio para mejorar la eficiencia, optimizar el flujo de información y encontrar nuevas fuentes de ingresos. Al mismo tiempo, ha sido pionero en la adaptación de sus productos y procesos para reducir los impactos negativos en el planeta. No obstante, estas dos áreas, la digital y la de sostenibilidad, operaban de manera separada dentro de la organización. 

Hoy en día, esta estructura se encuentra cambiando. En su negocio agrícola, BASF está combinando datos satelitales y de sensores con análisis digital para maximizar los resultados que beneficien tanto al planeta como a la rentabilidad de los agricultores. Por ejemplo, los satélites recorren los campos en busca de áreas secas, arenosas o con maleza. Los sensores recopilan información sobre el suelo, el aire y las condiciones de los animales o plantas. Estos enormes conjuntos de datos se analizan con meticulosidad y se procesan mediante algoritmos sofisticados, diseñados para tomar decisiones cruciales sobre cuándo y dónde aplicar agua, fertilizantes y herbicidas. A diferencia de los algoritmos de decisión del pasado, que podrían haberse centrado, principalmente, en la reducción de costos o la maximización del rendimiento, el enfoque actual ha cambiado. Actualmente, se le da énfasis a optimizar los beneficios mientras se minimiza la huella ecológica; con ello se alinean de forma más estrecha las prácticas agrícolas con los objetivos de sostenibilidad. 

Restor, reconocido como la red más grande de sitios de restauración y conservación en todo el mundo, es un ejemplo de cómo las tecnologías digitales pueden contribuir al progreso de los intereses ambientales. Su plataforma de código abierto basada en mapas integra, en tiempo real, datos e imágenes satelitales de alta resolución para identificar áreas con potencial de restauración ecológica. Un ejemplo es que la plataforma puede ayudar a identificar regiones deforestadas donde se podrían implementar proyectos de reforestación. Sus usuarios, que incluyen practicantes de restauración, ONGs, empresas, científicos y gobiernos, también pueden aprender sobre especies nativas de árboles idóneas para la restauración en áreas específicas. Además, Restor recopila datos de diversos proyectos de restauración a nivel mundial, lo que promueve la transparencia en las actividades de restauración y facilita la toma de decisiones informadas. Este ecosistema conecta a practicantes, financiadores, voluntarios y quienes toman las decisiones. Se fomenta un enfoque colaborativo para la restauración ecológica a escala global. 

El Environmental Insights Explorer (Explorador de Información Ambiental) de Google muestra cómo el análisis avanzado de datos y las capacidades de modelado pueden ayudar a las ciudades en sus iniciativas de sostenibilidad. Dicha plataforma mide las fuentes de emisión municipales y realiza análisis profundos de datos ambientales. Como resultado, los urbanistas, los responsables de políticas y los defensores del medio ambiente obtienen información valiosa sobre su impacto ambiental, y pueden identificar estrategias efectivas para tomar decisiones informadas y sostenibles. Por ejemplo, una ciudad podría utilizar esta herramienta para entender las fuentes de contaminación del aire y diseñar planes que reduzcan las emisiones provocadas por el transporte o las actividades industriales. 

Al aprovechar los datos en tiempo real, técnicas avanzadas de modelado y plataformas digitales innovadoras, las empresas pueden transformar sus modelos de negocio a fin de proteger el medio ambiente. Las tecnologías digitales no solo optimizan la eficiencia operativa, sino que también empoderan a las empresas para tomar decisiones bien informadas que contribuyen, directamente, a un enfoque más sostenible y con consciencia ecológica. Como resultado, las empresas están mejor posicionadas que nunca para introducir soluciones y estrategias innovadoras que impulsen cambios significativos, lo que llevará a un futuro donde las preocupaciones ambientales se enfrenten con respuestas empresariales estratégicas y efectivas. 

Escalar mejor

Una vez que descubrimos formas de actuar mejor a través de enfoques innovadores de sostenibilidad digital, nos enfrentamos al desafío de escalar estas soluciones. El poder de las tecnologías digitales radica, precisamente, en su capacidad para difundirse de manera rápida y extensiva.

Sin embargo, la responsabilidad de escalar la sostenibilidad digital no debe confinarse a los límites organizacionales. En el mundo interconectado de hoy, el camino para lograr soluciones escalables y sostenibles nos lleva, a menudo, al ámbito de la colaboración multisectorial y entre los diversos agentes involucrados. Aquí, los principios de la competencia cooperativa, o “coopetición”, cobran protagonismo, pues las organizaciones, industrias e incluso competidores se unen para plantearse desafíos de sostenibilidad apremiantes. Los datos abiertos y las herramientas de código abierto pueden catalizar estos esfuerzos colaborativos al desbloquear el potencial para acciones colectivas y cambios transformadores a escala global.

Las tecnologías digitales no solo facilitan una conectividad perfecta, sino que también proporcionan la infraestructura necesaria para escalar soluciones sostenibles.

Tony’s Chocolonely ha adoptado un enfoque notable al compartir con sus competidores de la industria los valiosos conocimientos obtenidos a través de su sistema Beantracker. Con la adopción total del espíritu de la coopetición, la empresa introdujo una plataforma innovadora llamada Open-Chain (Cadena Abierta), destinada a fomentar la colaboración entre diversos fabricantes de chocolate. En un movimiento audaz, Tony’s Chocolonely decidió compartir de manera abierta su conocimiento y experiencia en la producción ética de chocolate: regalaron sus conocimientos adquiridos con tanto esfuerzo. Este acto de intercambio de conocimientos facilita la transferencia de información y mejores prácticas, y tiene el potencial de crear un efecto dominó que beneficia a las empresas participantes y contribuye a desarrollar objetivos más amplios de sostenibilidad dentro de la industria. 

Las tecnologías digitales permiten que distintos actores involucrados se conecten y comuniquen, sin importar cuán diversos sean o cuán esparcidos estén. En 2019, Schneider Electric presentó Schneider Electric Exchange (Intercambio Schneider Electric), una plataforma abierta y dinámica diseñada para compartir soluciones impulsadas por el Internet de las cosas, y con el fin de gestionar y automatizar la energía. Este intercambio busca fomentar la colaboración entre una amplia gama de actores involucrados, incluidos clientes, socios, desarrolladores, expertos, innovadores, profesionales de la industria y defensores de la sostenibilidad, en vista de abordar problemas críticos de sostenibilidad y eficiencia. Entre otros beneficios, promueve desafíos impulsados por la comunidad en busca de soluciones relacionadas con una amplia gama de temas: la optimización del consumo de energía en los centros de datos, la mejora de la eficiencia energética en edificios y el perfeccionamiento de los procesos de automatización industrial. Además, Schneider Electric Exchange proporciona los recursos y el apoyo necesarios para escalar las soluciones y, así, amplificar su impacto. 

Redes de colaboración como estas no se limitan al sector corporativo. Por ejemplo, Wildlife Insights (Hallazgos de la fauna) es una plataforma basada en la nube que proporciona la base de datos más grande de cámaras trampa en el mundo. La plataforma es el resultado de una colaboración entre el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), Conservation International (Conservación Internacional), el Instituto de Biología de la Conservación del Smithsonian, la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre, el Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte, la Sociedad Zoológica de Londres, Map of Life (Mapa de la vida) y Google. En cuanto a la conservación de la vida en la naturaleza, señala la necesidad urgente de mapear, compartir y procesar datos sobre la vida silvestre, lo que permite a los conservacionistas comprender mejor los cambios en las poblaciones de vida silvestre y, como resultado, protegerlas mejor.

A su vez, las plataformas digitales ayudan a promover una economía circular al facilitar el intercambio, reparto y reciclaje de bienes. Estas plataformas pueden conectar a individuos y a negocios para intercambiar artículos usados; ello reduce la necesidad de producción nueva y minimiza los desperdicios. Un ejemplo es Too Good To Go (Demasiado bueno para tirarlo), una aplicación que conecta a los consumidores con restaurantes locales y tiendas de comestibles para comprar alimentos sobrantes a un precio reducido en vez de dejar que se desperdicien. Esta iniciativa no solo reduce el desperdicio de alimentos, sino que también crea conciencia sobre el impacto ambiental de desecharlos. 

Para escalar soluciones de sostenibilidad las organizaciones deben ser capaces de ver más allá de sus límites organizacionales y colaborar con actores con los que no suelen colaborar, incluso con competidores directos a fin de hacer posibles cambios hacia la sostenibilidad en toda el área de la industria. 

La iniciativa Holy Grail 2.0 (Santo Grial 2.0) reúne a más de 160 organizaciones en toda la cadena de valor de bienes de consumo rápido (FMCG, por sus siglas en inglés) para buscar una mejor gestión, clasificación y reciclaje de los envases de plástico. Actualmente, solo se recicla el 14% de todos los plásticos, y la gran mayoría termina en vertederos. Sin embargo, la complejidad del desafío y el gran número de actores involucrados (la industria química, los proveedores de materiales, los transformadores, los productores finales, los clientes, las ciudades para la recolección de residuos, los recicladores y las instituciones reguladoras) demandan soluciones sistémicas. Como primer paso, la iniciativa Santo Grial implementó marcas de agua digitales en los envases de consumo de sus miembros para mejorar la clasificación de los residuos plásticos. Estos códigos imperceptibles, que son del tamaño de un pequeño sello postal, se imprimen por todo el empaque. Las cámaras de alta resolución instaladas en las unidades de clasificación pueden detectar y decodificar esta información con facilidad, lo que mejora de manera significativa la precisión en la clasificación de los residuos plásticos. 

El ecosistema de datos Catena-X tiene objetivos similares. Esta forma de colaboración, pionera en la industria automotriz, busca simplificar procesos complejos, optimizar el uso de recursos y promover la transparencia. Uno de sus logros destacados es el desarrollo de un pasaporte digital innovador y estandarizado que funciona con batería. Esta herramienta promete revolucionar la industria de las baterías al garantizar el cumplimiento estricto y la transparencia. Además, cumple bien con las futuras regulaciones, que están destinadas a reducir las huellas de carbono y los límites de emisiones; así, se establecen las bases para un futuro más sostenible y eco-consciente.   

Imagina, por ejemplo, un escenario en el que la batería de un vehículo eléctrico lleva consigo un pasaporte digital. Este documento contiene un registro completo del ciclo de vida de la batería: desde su producción hasta su reciclaje. Detalla información crítica como los materiales utilizados, los procesos de fabricación, el consumo de energía e incluso las emisiones de carbono relacionadas con su creación. Esta riqueza de datos capacita tanto a fabricantes y reguladores como a consumidores para tomar decisiones informadas que no solo cumplan con las regulaciones, sino que también promuevan prácticas más verdes y responsables dentro de la industria automotriz. 

Como lo muestran los ejemplos anteriores, las tecnologías digitales no solo facilitan una conectividad perfecta, sino que también proporcionan la infraestructura necesaria para escalar soluciones sostenibles. Las herramientas digitales ofrecen vías dinámicas a fin de que las empresas naveguen por paisajes colaborativos y escalen su impacto positivo: desde fomentar plataformas de economía circular hasta potenciar la transparencia habilitada por blockchain. 

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Tres modelos para la sostenibilidad digital 

Si bien la sostenibilidad digital ofrece muchos beneficios, son pocas las organizaciones que están buscando desarrollarla activamente. La razón de esta reticencia es, en esencia, práctica: las organizaciones tienen grupos separados para gestionar la tecnología digital y la sostenibilidad, y estas divisiones obstaculizan la generación de valor combinado. Por lo tanto, las organizaciones deben superar estas barreras, lo cual nunca es una tarea sencilla. Las líneas de reporte de los equipos de digitalización y sostenibilidad rara vez se cruzan, excepto en la cúspide del organigrama organizacional. Para simplificar las cosas hemos identificado tres modelos diferentes a fin de gestionar la sostenibilidad digital (cada uno con sus ventajas y desventajas). 

Si bien muchos aspectos de la sostenibilidad digital pueden ocasionar una reducción de costos, algunas iniciativas pueden producir gastos adicionales o menores ingresos.

Externalización | En un modelo de externalización, los equipos de digitalización y sostenibilidad permanecen como entidades separadas, pero se coordinan para trabajar con partes externas en la gestión del portafolio de proyectos de sostenibilidad digital. Los equipos se enfocan en sus respectivas fortalezas y limitan la coordinación entre funciones a intercambios poco frecuentes.

Una empresa danesa fabricante de productos de energía eólica, NordicEcoWind (EcoViento nórdico, seudónimo), impulsó una agenda de sostenibilidad digital proveniente del equipo de altos directivos y liderada por un CEO apasionado. Sin embargo, aunque tanto la digitalización como la sostenibilidad eran pilares centrales de la estrategia de la empresa, los equipos que gestionaban cada parte tenían pocos puntos de convergencia. Prefirieron trabajar con proveedores externos a fin de encontrar soluciones adecuadas como implementar análisis avanzados de datos para optimizar la eficiencia energética, explorar innovaciones en energías renovables y desarrollar soluciones en vista de una cadena de suministro ambientalmente consciente. 

Este enfoque tiene la ventaja de evitar las disputas territoriales que, a menudo, surgen cuando los equipos trabajan en diferentes áreas. También puede beneficiarse de la experiencia de los proveedores externos. Sin embargo, añade complejidad a los proyectos, pues muchas partes deben trabajar juntas debido a la experiencia y conocimiento que suelen tener los proveedores externos, y los mecanismos para la transferencia de conocimientos pueden ser limitados o la empresa puede carecer de una cultura de aprendizaje robusta. Como resultado, este enfoque puede obstaculizar la capacidad de la empresa para escalar estas iniciativas más allá de proyectos individuales. Los conocimientos y la experiencia adquiridos a través de estas colaboraciones externas suelen permanecer departamentalizados; por lo tanto, se dificulta la propagación de una estrategia de sostenibilidad digital cohesiva y sostenible en toda la organización. 

Dos sombreros | En un modelo de "dos sombreros", una organización se enfoca tanto en la digitalización como en la sostenibilidad, y las integra. Aunque las dos funciones no se unifican de manera formal, trabajan en conjunto y turnan el liderazgo entre diferentes funcionarios como el director de sostenibilidad, el director digital o el director de innovación, según los proyectos. Los equipos de cada proyecto combinan personas de diversos departamentos mientras dura el proyecto, después de lo cual regresan a sus funciones originales.

Firmenich sigue un enfoque de "dos sombreros". Su director digital tiene la doble responsabilidad de liderar las innovaciones tecnológicas de la empresa y contribuir a sus esfuerzos en materia ambiental, social y de gobernanza (por ejemplo, PATH2FARM). Trabaja en estrecha colaboración con el jefe de sostenibilidad en estas iniciativas, y ambos cuentan con un sólido respaldo del equipo directivo y los miembros del consejo. 

El modelo de dos sombreros promete una coordinación y alineación estrechas entre los grupos de tecnología y sostenibilidad, pero puede enfrentar dificultades al tratar de alinear los intereses, prioridades e incentivos competitivos de los distintos grupos. 

Arraigado | Un modelo arraigado busca inculcar la sostenibilidad digital en la cultura organizacional al empoderar e incentivar a todos los empleados para que avancen, simultáneamente, en la digitalización y la sostenibilidad. Estos modelos casi siempre cuentan con el apoyo de compromisos muy firmes por parte del CEO y otros líderes del equipo ejecutivo, quienes exigen que la sostenibilidad digital se incluya en los procesos, proyectos, compensaciones y objetivos de bonificación. Estas organizaciones suelen aprovechar el poder de las tecnologías digitales no solo para mejorar el rendimiento financiero, sino también para lograr avances en los objetivos ambientales. 

Philips ha integrado objetivos de sostenibilidad digital en muchos de sus procesos e indicadores clave de rendimiento. Por ejemplo, requiere que los empleados firmen un documento anual que certifique los principios de sostenibilidad. Mide e informa, públicamente, sobre los impactos ambientales y vincula las bonificaciones individuales por desempeño de muchos de sus líderes con los objetivos de sostenibilidad. El departamento de Sostenibilidad está centralizado, mas los defensores en otros departamentos, incluido el de Digital, promueven la agenda de sostenibilidad de la empresa. Se pide a los representantes de Sostenibilidad y Digital que revisen todos los proyectos empresariales importantes para garantizar que sean compatibles con los objetivos organizacionales. 

El modelo arraigado aspira a inculcar la sostenibilidad digital dentro de la empresa, lo que fomenta una cultura de mejora continua y colaboración entre funciones. No solo facilita el intercambio de ideas y mejores prácticas, sino que también abre vías para identificar nuevas oportunidades que puedan mejorar tanto la sostenibilidad como el desempeño empresarial. Sin embargo, este enfoque conlleva sus propios desafíos. Se requiere una capacitación más avanzada a los empleados, tanto en los ámbitos de la sostenibilidad como en el digital, a fin de asegurar que tengan el conocimiento y las habilidades necesarias para contribuir eficazmente. Además, puede complicar el proceso de toma de decisiones de los empleados, quienes deben considerar múltiples criterios adicionales, incluida la sostenibilidad, en sus responsabilidades diarias. No obstante, este enfoque holístico hacia la sostenibilidad a menudo produce mayor innovación y compromiso de las partes interesadas, así como la generación de valor a largo plazo. 

Expansión en los tres frentes 

Como hemos demostrado, unir las estrategias de transformación digital y sostenible de una empresa puede tener un resultado positivo para el medio ambiente, además de beneficiar o, en algunos casos, perjudicar el desempeño organizacional. Si bien muchos aspectos de la sostenibilidad digital pueden ocasionar una reducción de costos (por ejemplo, la automatización de procesos digitales y la desmaterialización), algunas iniciativas pueden producir gastos adicionales o menores ingresos. Tony’s Chocolonely acepta el costo adicional de utilizar equipos de monitoreo digital para evaluar los impactos ambientales a lo largo de su cadena de valor. Philips reconoce que extender la vida útil de su equipo médico puede darse a expensas de vender nuevas unidades. Dichas organizaciones están dispuestas a asumir una variedad de impactos en el desempeño económico en su búsqueda de una mayor sostenibilidad. 

Hemos articulado tres maneras en que las tecnologías digitales pueden apoyar los objetivos de sostenibilidad: proporcionan visibilidad y transparencia, mejoran los resultados de manera activa y amplían los beneficios en todas las organizaciones e industrias. Existen diferentes tecnologías digitales que pueden hacer posible cada uno de estos objetivos. Aunque la sostenibilidad digital es todavía un concepto emergente, los ejemplos que hemos revisado iluminan el camino a seguir. (Véase “Componentes de la Sostenibilidad Digital” en la versión PDF del artículo).

Ninguna de las tres estrategias debe adoptarse de manera fragmentada. Las mejoras reales dependen de seguir los tres enfoques. Las organizaciones que utilizan tecnologías digitales para mejorar su capacidad de ver mejor, e implementan programas a fin de reducir impactos perjudiciales, pero no logran expandir estas iniciativas, terminan con una serie fragmentada de proyectos piloto y pruebas de concepto, de los cuales pocos alcanzan la escala necesaria para lograr beneficios reales. Al mismo tiempo, las organizaciones que se centran en la acción y la escala, mas carecen de la visibilidad y transparencia para comprender, plenamente, las causas fundamentales de los problemas de sostenibilidad, a menudo se enfocan en áreas que no abordan sus problemas más materiales, y corren el riesgo de pasar por alto áreas importantes de posible mejora. Por lo tanto, las organizaciones necesitan expandir sus esfuerzos de sostenibilidad digital a las tres áreas de enfoque. (Consulte el apartado de “Evaluación de Madurez de Sostenibilidad Digital”, en la versión PDF del artículo, para ver una herramienta de evaluación diseñada con el fin de ayudar a identificar las brechas y necesidades en materia de sostenibilidad digital).

Ante la multitud de problemas ambientales que enfrentamos, debemos acelerar el ritmo en que hay que escalar las soluciones innovadoras y empresariales para el desarrollo sostenible. En este sentido, no se puede subestimar el papel de las tecnologías digitales. Por su naturaleza misma, como activos virtuales y escalables, son idóneas para lograr un impacto sostenible mayor y más rápido. 


Notas:

1 James Anderson and Greg Caimi, “A Three-Part Game Plan for Delivering Sustainability Digitally,” Bain & Company, January 10, 2022. 

2 The Shift Project, Lean ICT: Towards Digital Sobriety, March 2019.

3 Manju George, Karen O’Regan, and Alexander Holst, “Digital Solutions Can Reduce Global Emissions by Up to 20%. Here’s How,” World Economic Forum, May 23, 2022. 

4 PwC, “Over Two-Thirds of Sustainable Development Goals Could Be Bolstered by Emerging Tech, Including AI and Blockchain,” January 17, 2020.

5 Data-Driven EnviroLab, Utrecht University, and CDP, Global Climate Action 2022: Progress and Ambition of Cities, Regions, and Companies, 2022.

Fuente: TECNOLÓGICO DE MONTERREY