Siembra de árboles, educación y reciclaje, así funciona un emporio con enfoque social
Por: Karen Valentina Mora Aguilar
Miércoles, 5 de marzo de 2025
Mantener un emporio de casi un siglo, además de esfuerzo, estrategia y dedicación, necesita llevar por todo lo alto la contribución, a los empleados, el planeta y la sociedad. Esto es algo que ha sabido hacer muy bien Jaime Gilinski, con las empresas de su familia.
Este emporio, que arrancó cuando el abuelo de Jaime, Isaac, fundó Curtiembres Búfalo y que recientemente hizo una de sus movidas empresariales más destacadas al tomar el control de Nutresa, destaca no solo por su papel protagónico dentro de las grandes empresas; sino también por su aporte social.
En el caso de la multilatina, de alimentos la parte sostenible es, según su más reciente reporte de sostenibilidad (2023), una capacidad corporativa esencial. Por ello, se centran en unos objetivos de desarrollo sostenible, ODS, encaminados a distintas aristas, como ejemplo: han realizado inversiones sociales de $157.832 millones en comunidades; destinaron 1.614 toneladas de producto entregadas a los bancos de alimentos y han beneficiado 172 instituciones educativas por programas de la Fundación Nutresa.
Además, cuentan con 35,8% de mujeres en la organización; 30,1% de mujeres en cargos directivos; han capacitado 8.622 pequeños agricultores en asuntos sociales, ambientales y productivos; tienen 19 patentes concedidas y ya consolidaron una variación de -39,1% en la generación de residuos del medio ambiente.
Nutresa y sus marcas también destacan por tener inversión en gestión ambiental por $45.953 millones; 88,1% en empaques fabricados con materiales reciclables, reutilizables o compostables; 88,6% de uso de energía eléctrica renovable; una variación de -13,5% en desperdicio de alimentos (respecto a la línea base 2020); y 93,5% de aprovechamiento de residuos.
A esto se suman iniciativas como ‘Nutresa retoma’ y ‘Reciclado entre todos’, a través de las que se impulsa la construcción de viviendas con productos elaborados con empaques de plástico reciclados. Así como una serie de reconocimientos como la empresa más sostenible de Dow Jones.
Empresas sostenibles
Aunque Nutresa es uno de los más recientes negocios de Gilinski, las demás empresas que componen su emporio también trabajan en pro de la sostenibilidad. Un ejemplo de esto es el banco GNB Sudameris que tiene como foco en su estrategia los asuntos sociales y ambientales, ASG, por lo que le apunta a una cultura organizacional encaminada a ello. De hecho, en 2023 el banco generó su primer informe de gestión de cálculo de emisiones, en el que se incluyeron todas sus filiales nacionales.
Dentro de sus avances en pro del planeta, elaboran sus tarjetas crédito y débito con 85% de materiales reciclados. Además digitalizan procesos para mitigar la generación de residuos.
Lulo Bank, el neobanco del ingeniero caleño, también tiene en su agenda apuestas sostenibles, con proyectos como ‘Bosque de Lulo’ con el que buscan contribuir a la restauración del bosque andino. Proyectos como esta hacen parte de la iniciativa ‘Lulo impacto’, a través de la que buscan ser el primer ecosistema carbono neutral del país.
Yupi, la empresa de snacks de Gilinski, también tiene un plan basado en garantizar el cumplimiento de los ODS en pro de su compromiso con el planeta y la sociedad.
Las empresas de Gilinski en el exterior también tienen una apuesta por lo social
Metro Bank, el banco con sede en Londres con participación mayoritaria del colombiano Jaime Gilinski, tiene varios compromisos en el ámbito sostenible, por ello, no otorgan créditos directos para: extracción de minerales metálicos, extracción de carbón, turba, petróleo o gas; generación de energía a partir de combustibles fósiles, actividades que causan deforestación o para fabricación de armas o actividades militares. Así mismo, desde 2021 están avanzando hacia una electricidad con “Garantías de origen de energía renovable”.
Fuente: LA REPÚBLICA