Reducir el consumo de agua: un reto urgente en tiempos de crisis climática
Bogotá, 19 de marzo de 2025
Mientras el mundo enfrenta una creciente crisis hídrica agravada por el cambio climático, las estrategias para reducir el consumo de agua en el sector industrial se vuelven cada vez más relevantes. Según la ONU, para 2030 la demanda global de agua podría superar en un 40% la oferta disponible, afectando principalmente a comunidades vulnerables y ecosistemas clave.
En América Latina, una región con importantes fuentes hídricas pero también con una creciente presión sobre sus recursos, la gestión responsable del agua ya no es una opción, sino una necesidad. Países como México, Perú y Colombia enfrentan problemas crecientes de escasez hídrica, contaminación y mala distribución del recurso. Además, sectores como el agrícola e industrial representan una parte significativa del consumo total de agua, lo que obliga a replantear prácticas productivas tradicionales.
En este contexto, algunas compañías han comenzado a implementar soluciones innovadoras para reducir su impacto. En Colombia, por ejemplo, se estima que el 50% de las fuentes hídricas presentan algún grado de contaminación, y las plantas industriales ubicadas cerca de cuencas estratégicas enfrentan el desafío de operar sin agravar esta situación.
Una de las experiencias destacables es la de las plantas de Puerto Tejada (Cauca) y Barbosa (Antioquia), donde se ha implementado un modelo de recirculación de agua que permite reducir el consumo y los vertimientos. Estas tecnologías no solo permiten reutilizar el agua en procesos industriales, sino que también disminuyen la presión sobre fuentes locales, protegiendo la disponibilidad para las comunidades cercanas.
En Puerto Tejada, la recirculación de agua ha permitido reducir el consumo significativamente. En Barbosa, una planta de tratamiento interna permite reutilizar más del 78% del agua empleada en los procesos, complementando acciones comunitarias como talleres de gobernanza del agua y entrega de filtros a escuelas rurales.
Este tipo de acciones, aunque valiosas, también enfrentan retos: la inversión inicial, la resistencia al cambio en algunos sectores, y la necesidad de un monitoreo constante para garantizar la calidad del recurso reutilizado. Expertos coinciden en que si bien la tecnología es fundamental, la clave está en combinar innovación con educación, gobernanza y trabajo con las comunidades.
De fondo, el gran desafío sigue siendo colectivo: cómo garantizar el derecho al agua para las generaciones presentes y futuras en un escenario de alta incertidumbre climática. A medida que se acerca la COP30, la conversación sobre agua y sostenibilidad cobra más fuerza, especialmente en regiones que hasta hace poco se consideraban "ricas en agua", pero que hoy empiezan a mostrar signos de estrés hídrico.
Reducir el consumo de agua en el sector industrial no resuelve el problema por sí solo, pero sí demuestra que es posible transformar procesos y repensar modelos de producción. Y aunque aún queda mucho por hacer, cada paso cuenta cuando el recurso que está en juego es tan vital como el agua.
Una de las compañías que ha asumido este reto es Kimberly-Clark, que desde sus operaciones en América Latina reporta una reducción del 58% en su consumo de agua. En Colombia, la cifra ronda el 30%, resultado de las iniciativas aplicadas en sus plantas de Puerto Tejada y Barbosa.
Fuente: KIMBERLY-CLARK