¿Quiénes somos los jóvenes Z, en qué creemos y qué aportamos a la sociedad?

La Generación Z ha establecido parámetros mixtos en su análisis como comunidad, por lo que se encuentra en la era de las dicotomías a ojos antropológicos

Por: Julián Bermeo

Nacimos con una pantalla en mano y crecimos en medio de diversos cambios geopolíticos, que más allá de alterar nuestra perspectiva sobre el mundo, refuerzan la idea de que somos quienes definimos el ahora del consumo, del trabajo y de la política.

No concebimos un mundo sin tecnología y el internet es parte esencial de nuestro diario vivir; los trends y hashtags ya no solo configuran modas, sino que también la economía y las finanzas. Esto somos la generación Z, un grupo de jóvenes y adultos repleto de dicotomías, que denotan una diversidad dentro de comunidades interconectadas.

Somos las personas nacidas entre 1997 y 2012, que hoy tienen entre 13 y 28 años, y albergan una realización del mundo, del futuro y de sí mismos muy diferente a la que tienen los adultos millennials.

Una de las grandes diferencias se evidencia en el consumo. Según el estudio, ‘What The Future: Teens’, desarrollado por la empresa de consultoría y de investigación de mercados Ipsos, los jóvenes somos cada vez más distantes en la manera en cómo consumimos, en cómo usamos el tiempo, en nuestra educación, y en nuestra relación con marcas, creadores e instituciones. Tanto así que, este análisis concluye que los adolescentes contemporáneos tendemos a denotar un pesimismo constante sobre el futuro, mientras que a la vez, nos preocupamos con mayor intensidad por el medio ambiente y la importancia de la salud mental.

Los adolescentes y adultos jóvenes contemporáneos preferimos acciones basadas en evidencias, brindamos un mayor apoyo a la participación femenina en espacios o luchas comunes, priorizamos la comodidad, reforzamos nuestra identidad y damos mayor peso a la autoeficacia mientras vivimos en un mundo interconectado.

Estos datos fueron sustentados por Carlos Arango, coordinador del Observatorio de Comportamientos Culturales de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, quien aseguró que, después de realizar su estudio ‘Centennials’ con más de 2.000 jóvenes en Colombia, encontró que compartimos un rasgo cultural con jóvenes de otros países, que es el ADN por las causas sociales y ecológicas.

“Su conciencia manifiesta es más activa que otras generaciones”, dijo el docente de la Jorge Tadeo Lozano.

María Clara Salive, docente de la Universidad Nacional de Colombia, apoyó esta idea en la que se manifiesta que la generación Z somos una cultura globalizada, en la que importa cada vez menos lo regional, pero en la que, a su vez, la globalización ha cerrado la brecha de clase.

Aunque han surgido unos regionalismos y están buscando lo nacional, lo auténtico y lo propio, paradójicamente, ya no se sienten ni de una clase social ni de un lugar del mundo, gracias a que son ya una generación completamente digital y de papás digitales, se sienten ciudadanos del mundo”.

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Ipsos señaló en su estudio que los factores que impulsarán a los adolescentes en el futuro se basan principalmente en sus relaciones interpersonales; la salud, una enfocada en lo emocional y en su bienestar propio; en la economía, teniendo en cuenta la llegada de las inteligencias artificiales y nuevas tecnologías; en la educación y en el activismo.

Conservadurismo en los Z

Ipsos hace hincapié en un panorama muy particular en la demografía política de los Z. Aunque muchos adolescentes liberales ven un papel menor para ciertas acciones como casarse, lograr una carrera exitosa, alcanzar riqueza, tener hijos y ser propietario de una vivienda, se evidencia una mayor cantidad de jóvenes que se perciben en espectros ideológicos más conservadores.

Según un informe de Gallup y la Fundación Familiar Walton desarrollado en 2023, que analizó la influencia política de los padres en sus hijos en Estados Unidos, 14% de los jóvenes entre 13 y 17 años afirmó tener posturas más conservadoras. 19% de quienes se identificaban como hombres de la generación Z aseguró tener opiniones más conservadoras que sus padres, mientras que 14% de las adolescentes que se distinguieron dentro del espectro conservador se autodenominó más tradicionalistas.

Arango respondió a estos nuevos lineamientos argumentando que el incremento de adolescentes y jóvenes conservadores es un aprovechamiento de las corrientes políticas para identificarse con ideas que ya tenían.

“Es la insatisfacción de un mundo que perciben como destruido y con enorme falta de oportunidades”, sostuvo el coordinador del Observatorio de Comportamientos Culturales de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.

Salive explicó que “en esta generación de neo dogmatismo en la que ganó Donald Trump (...) se dejó de creer en las luchas de los padres. Es decir, se ve la violencia y al absolutismo como una salida frente al caos, ya que está compuesta por una cultura de las conspiraciones y que vive en la ficción".

La docente agregó que “esta generación no ve las consecuencias de sus actos. Los jóvenes no son objetivos y cuando no hay un monopolio de los medios masivos de comunicación, hay una democratización de los mismos que puede ser positiva, pero también negativa. Entonces, vivimos en una sociedad mediada por el miedo (...) Uno oye a jóvenes hablando de limpieza social, pero porque no son conscientes de lo que están diciendo ni del poder de sus palabras, tanto que esta generación perdió la capacidad de pensar y de detenerse frente a una noticia y valorarla de manera objetiva”.

Su relación con las marcas

Otro de los hallazgos que identificó Ipsos fue la necesidad de los jóvenes de tener una relación con las marcas que compran. Los adolescentes no quieren ser vistos únicamente como transacciones, es más, en una era en la que plataformas como TikTok e Instagram viven un boom, 40% de las personas se autodenomina como creadora de contenido. Esto se debe a la facilidad que ofrecen las redes sociales para expresar opiniones sobre distintos temas o productos.

Ipsos evidenció que los jóvenes hombres y mujeres de 13 a 17 años prefieren conectar con personas tanto de manera virtual, como de manera real. A su vez, 34% de los hombres y 37% de las mujeres apoyan marcas que expresan su identidad. Además, el estudio destacó el papel de los influencers en la promoción de productos, ya que, 16% de los hombres y 26% de las mujeres compran por recomendación de estas personas.

El trabajo y la salud mental

Según Carlos Arango, otra cualidad que caracteriza a los jóvenes de la generación Z es su coherencia, tanto que eso afecta incluso su lugar de trabajo, por eso no soportan empresas que son políticamente correctas y pueden renunciar fácilmente al ver incoherencias en el clima laboral.

La salud mental se ha convertido en otro de los pilares más importantes de la generación. Ipsos sostuvo que 85% de los jóvenes dice que la salud mental es tan importante como la salud física, pero también evidencia que 58% de los adolescentes dice que más personas de su edad enfrentan problemas de salud mental que los de generaciones pasadas.

Cambio climático y redes sociales

Ipsos dice que el pesimismo de los Z por el futuro del mundo no nos impide preocuparnos por el cuidado del medio ambiente, pues 47% de los adolescentes pertenecientes a la generación prefiere no solo adquirir marcas que tengan una labor a favor de la sostenibilidad, sino que cuiden los ecosistemas. En cuanto a redes, 36% de los hombres y 45% de las mujeres no pasa mucho tiempo fuera de las redes sociales, y 25% de los hombres y 34% de las mujeres aseguró que muchas veces estos espacios no les aportan al cuidado de su salud mental.

Fuente: LA REPÚBLICA