Más de 50 premios Nobel piden reducir el gasto militar mundial en un 2%
La iniciativa, promovida por el físico Carlo Rovelli, va en la dirección opuesta de las directrices marcadas por la OTAN y busca generar un ahorro para combatir el cambio climático y los efectos de la pandemia
Por: Daniel Verdú
El verano pasado hubo una reunión en Escocia para hablar del papel de la ciencia en la sociedad. Al encuentro asistió el físico italiano Carlo Rovelli, que escuchó atentamente las disertaciones y los números que se expusieron. El gasto militar anual de todas las potencias, se calculó, rondaba los dos billones de dólares anuales. La cifra, acompañada de la recomendación de la OTAN de que el gasto aumentase un 2% anualmente, alarmó a algunos de los presentes, que decidieron firmar una carta para invertir esa tendencia en una época de crisis. “Esto no es una llamada para decir que hay [...] una urgencia. Es una propuesta concreta para encontrar los recursos para los problemas graves del planeta”.
Rovelli comenzó a promover entonces una carta a la que se adhirieron 60 premios Nobel, incluido el Dalai Lama, para que la tendencia sea justo la opuesta. En la misiva que publicaron el lunes varias cabeceras internacionales y que pretende ser un llamamiento a los Gobiernos de cada país, se pide que los Estados reduzcan en un 2% el gasto militar anualmente. Un movimiento presupuestario que generaría una bolsa de unos 40.000 millones de euros que podrían destinarse a combatir las principales lacras de esta época. “Nuestra propuesta es que la mitad se meta en un fondo global para afrontar tres cuestiones: calentamiento global, la pandemia y la pobreza extrema. Diez personas al minuto están en riesgo de morir por hambre”, señala Rovelli en conversación telefónica.
La iniciativa, que recuerda que el gasto militar se ha doblado en el mundo desde comienzos de este siglo, no ha sido presentada todavía a nivel institucional. Pero la madrugada del lunes se activó una web donde se explica el proyecto y se dan los detalles del plan que se propondrá. “Los Gobiernos están bajo presión para incrementar el gasto militar porque lo hacen el resto de países. La espiral de gasto es un derroche colosal de recursos que podrían usarse de forma más inteligente. Las carreras por aumentar el armamento de los países siempre han terminado de la misma manera: conflictos mortales y destructivos”, reza el comunicado emitido.
Rovelli se muestra optimista con que la iniciativa será recogida por los Estados. Pero visto con perspectiva, no niega un cierto escepticismo. “Estamos todos de acuerdo en que hay que hacer cosas, pero siempre faltan recursos. Siempre todo el mundo dice que lo paguen los otros. Pero los gastos militares están aumentando en manera extrema”.
El comunicado lanzado por el grupo de premios Nobel apunta también al beneficio mutuo que tendría una iniciativa de este tipo. “La historia muestra cómo los acuerdos para limitar la proliferación de armamento son posibles. Gracias a los tratados SALT y START (firmados entre 1972 y 1991), Estados Unidos y la Unión Soviética redujeron su arsenal nuclear en un 90% desde los año ochenta. Dichas negociaciones pueden tener éxito porque son racionales: cada actor se beneficia de la reducción del armamento de sus adversarios, y lo mismo hace toda la humanidad”.
Fuente: El País