Marc Calabia (Springfield): “Las colecciones sostenibles deben dar paso a un catálogo sostenible”
El director general de la cadena de Tendam reflexiona sobre la importancia de la sostenibilidad para el consumidor, la creciente relevancia de la durabilidad y por qué toda estrategia sostenible debe comenzar por el diseño.
La moda sostenible dejará de ser un rincón ordenado y diferenciado en las tiendas del sector. Para Marc Calabia, director general de Springfield, la cadena de moda joven del grupo Tendam, las colecciones ecológicas o socialmente responsables darán paso a un catálogo sostenible en su totalidad. El ejecutivo considera que el consumo en el sector de la moda está cambiando y que la clave de la transformación comienza en el diseño: “todo el concepto del fast fashion está perdiendo relevancia y la está ganando la calidad y la durabilidad de las prendas”, recalca Calabia.
Pregunta: ¿Por qué diría que la sostenibilidad se ha introducido en el sector de la moda con tanta fuerza como lo ha hecho?
Respuesta: Es una corriente que ya estaba ahí, la pandemia no ha hecho más que acelerar el asunto de la crisis climática. Era algo que ya teníamos identificado como corriente social y que ya interesaba a nuestros consumidores.
P.: ¿Cuál es el principal impulsor de este proceso?
R.: Hay un elemento claro de responsabilidad y compromiso con el planeta. Además de la crisis climática como impulsor, el consumo en el sector de la moda está cambiando. Todo el concepto del fast fashion está perdiendo relevancia y la está ganando la calidad y la durabilidad de las prendas. Los ritmos tan cortos que vivíamos en este sector se están alargando en cuanto al ciclo de vida de uso de la prenda. La valoración de la sostenibilidad como elemento ligado a la calidad cada vez es más importante.
P.: Esta transición tiene muchos desafíos. ¿Cuál es el grado de desarrollo del sector de la moda en esta transición?
R.: Creciente y acelerando. Cada vez más, como empresas y como organización, estamos desarrollando las capacidades internas, los equipos están más sensibilizados. De hecho, la corriente muchas veces nace de nuestros propios equipos que demandan este impulso. Incluso desde el diseño se introduce cada vez más el criterio de sostenibilidad como un elemento, partiendo de cero. Está el desafío económico, la inversión, y aquí como empresa y como marca hay que apostar, innovar e investigar para ofrecer cada vez más posibilidades sostenibles. Tanto desde el punto de vista de las fibras como del consumo de agua y energético.
P.: ¿Cuál dirías que es el grado de confianza que tiene el consumidor hacia la apuesta del sector de la moda por la sostenibilidad?
R.: La sociedad es el impulsor, pero luego está cómo lo valora el consumidor. Si está o no dispuesto a pagar más. Nuestra asunción es que no tenemos que imputar en el precio las iniciativas que tengamos en ese sentido. Si somos capaces de comunicar de una manera clara y transparente nuestros avances, reconociendo que no somos perfectos pero que estamos avanzando, podemos vencer la desconfianza del consumidor. Más comunicación y honestidad, en resumen. En el caso de Springfield, estamos avanzando en ese proceso. Lo tenemos como una prioridad clara, aunque como empresa somos conscientes de que nos queda camino por recorrer.
P.: ¿La moda es más juzgada que otros sectores?
R.: La moda está en el escaparate y, como tal, es más juzgada. Pero la percepción por parte del consumidor de que la moda avanza en la dirección correcta es cada vez más clara y cada vez existen más iniciativas para avanzar. Es posible que haya el concepto de que la moda es algo que empieza y acaba con rapidez en el ciclo de los productos, pero esa percepción también está virando hacia una en la que la calidad y la temporalidad cada vez son más importantes, y esa percepción está calando a nivel de medios, de consumidor y de organizaciones.
P.: ¿Qué instrumentos puede emplear la moda para comunicar esta transición de manera eficiente?
R.: Cuando comunicamos iniciativas que tienen que ver con esa responsabilidad con el planeta y la sociedad, el nivel de engagement de los consumidores es cada vez más. Por ejemplo, nuestra iniciativa El Bosque Springfield ha tenido un nivel altísimo de engagement. Por lo tanto, es un tema que interesa y que hay que comunicar desde la honestidad y la transparencia, que es algo que encaja mucho con nuestros clientes.
P.: ¿Por qué son necesarias estas iniciativas de promoción de la biodiversidad y la regeneración de los bosques, más allá de la propia actividad?
R.: Nuestro logo es un árbol, por lo tanto, nuestro compromiso con la reforestación está en nuestro ADN. Es algo que ya hicimos hace muchos años y que hemos recuperado hace dos años. Llevamos ya más de 50.000 árboles reforestados en España y vamos a empezar en Portugal. Se trata de una iniciativa que encaja perfectamente con los valores de la marca y es una forma de participar activamente con la sociedad y lo vemos como un proyecto a largo plazo y al que no le vemos el fin. En cuanto al compromiso con los océanos y la biodiversidad, es algo con lo que el grupo Tendam está también muy involucrado y nos encaja de la misma manera con los valores de marca. Es nuestra manera de participar más allá del negocio.
P.: Actualmente la colección sostenible de Springfield es una parte de todo el catálogo. ¿La sostenibilidad es un ingrediente apreciado solamente por una parte de los consumidores?
R.: Sí, pero creciente. Por lo tanto, es una iniciativa a la que le vemos un recorrido largo y que debería desaparecer como algo aparte, para que todo el catálogo sea sostenible. Esa es nuestra visión a medio y largo plazo. En su día identificamos las prendas de una producción más sostenible, pero esto está avanzando a tal velocidad que la idea es que Springfield esté íntimamente ligado a la sostenibilidad y que destacar las prendas que son sostenibles o no pase a un segundo plano.
P.: ¿Cuándo la sostenibilidad será necesaria para estar en el mercado?
R.: Es difícil de predecir pero es una corriente que avanza cada vez más rápido y que el consumidor va a demandar cada vez más. Por otra parte, el marco regulatorio también avanza en esa dirección. Si a eso le sumamos todas las iniciativas, tanto las sectoriales como las de las Naciones Unidas en esta dirección, nos queda un recorrido natural hacia que esto se vaya consolidando de una manera clara.
P.: En materia de sostenibilidad, ¿cuáles serán los cambios que se irán introduciendo en el sector en los próximos años?
R.: Habrá una macrotendencia hacia prendas con un ciclo de uso más largo, donde el estilo preponderará sobre la moda, lo que hará que tengamos colecciones más sostenibles y eficientes por definición. Si le añadimos otros aspectos como la eficiencia organizativa para poder hacer los mismos elementos con menos producción, nos encontramos con un factor muy sostenible. Luego, el marco regulatorio seguirá avanzando, siendo cada vez más exigente y, además, tendremos más iniciativas e innovación a nuestro alcance para poder atacar las iniciativas de sostenibilidad desde la prenda, de una manera más clara.
P.: ¿Diría que la sostenibilidad, junto con la digitalización, es el principal elemento transformador de las compañías?
R.: Sí, ahora mismo ambas están en el día a día de las compañías y cada vez se van introduciendo más como un pilar central, es decir, no como un elemento al margen. Esto se percibe mucho en diseño, ya que si tú partes desde cero con la sostenibilidad en mente, puedes hacer que esa prenda sea más sostenible en su ciclo de uso, lo que es una completa transformación. A veces, son los pequeños detalles que componen una prenda los que hacen que esta sea más o menos sencilla de reciclar. Por lo tanto, el diseño tiene un gran poder de transformación. Esta tendencia ya está en el día a día de las organizaciones.
Fuente: modaes latinoaméric