Las mujeres campesinas e indígenas encuentran un camino común
En Solano, Caquetá, mujeres indígenas y campesinas deciden hacer una apuesta conjunta para fortalecer su rol como lideresas de la región.
A través de intercambios culturales aprenden de los roles de las demás en busca de mejorar las condiciones sociales y ambientales de su territorio.
Tejedoras de la red entre ríos, así se han autodenominado estas mujeres campesinas e indígenas que comparten un territorio y que quieren aprender de los saberes y conocimientos de la otras para lograr un mejor manejo ambiental y social.
Veinte mujeres indígenas del pueblo Inga y cinco campesinas de las veredas campo bonito, las palmas y el provenir, en Solano, Caquetá, que comparten los mismos caños, afluentes del río Caquetá, participan de los intercambios culturales que buscan el auto reconocimiento como mujeres y líderes de sus comunidades.
Todas son hijas, hermanas, madres y esposas con responsabilidades familiares similares, pero con conocimientos diferentes, por eso, decidieron aprender de las demás, encontrando primero esas cosas en común, reconociendo las diferencias y partiendo de ahí para vivir en armonía en el mismo territorio.
A través de intercambios de conocimientos buscan mejorar las condiciones de vida de sus familias y su territorio compartido, liderando la protección y conservación de los recursos naturales.
Las mujeres Ingas son protectoras de las chagras y guardianas de semillas, las mujeres campesinas se encargan de cuidar y mantener la cementera – como le llaman a las huertas caseras en el Caquetá- ese rol de cuidar y alimentar es común para ambas culturas, pero diferente en las prácticas de siembra, cultivo y cosecha, por eso, juntas monitorean estas huertas y comparten las experiencias, que les permiten identificar por qué algunos productos no se producen de la misma calidad o tamaño y por qué algunos otros simplemente no se dan.
Han aprendido de plantas medicinales para otros usos y de preparaciones diferentes, pero sobre todo de la seguridad alimentaria para sus familias.
nosotros en el Resguardo Niñeras, hicimos parte de un proyecto de rescate de semillas tradicionales con Visión Amazonía, pero yo, sin saber de formular proyectos, motivé a estas 24 mujeres para que nos presentáramos a la convocatoria de mujeres indígenas y salimos favorecidas, eso nos demuestra que somos capaces de aprender y prepararnos para mejorar cada día, que nosotras las mujeres estamos llamadas a expresar lo que pensamos y a trabajar por las demás y por nosotras mismas manifiesta Fanny Jamioy, Coordinadora del Área Mujer y Familia en su comunidad y delegada por el Caquetá a la Mesa Indígena de Cambio Climático.
Es que para Fanny ya es normal hablar en público y tomar la vocería, pero ella quiere que todas las mujeres del proyecto de tejedoras entre ríos se conviertan en las lideresas ambientales que luchan por sus familias y defienden su territorio de problemáticas como la deforestación.
Fuente: Visión Amazonía – Minambiente