La extraordinaria longevidad de las ballenas barbadas no es una excepción sino la norma: pueden vivir 150 años
Un estudio revela que la extraordinaria longevidad de varias especies de ballena no es una rareza. Sin el impacto de la caza pueden vivir más de 130 años, el triple de lo que sobreviven las especies expuestas a amenazas humanas
Por: Teresa Guerrero 20 diciembre 2024
A lo largo de los años, los científicos han documentado cómo algunos ejemplares de ballena sobrepasaban con creces el siglo de vida. El récord es el de una ballena de Groenlandia, endémica del Ártico, que vivió 211 años, lo que supone no sólo el récord para una ballena sino para todos los mamíferos. Analizando estructuras laminadas, los científicos documentaron ballenas barbadas individuales con edades superiores a los 150 años pero no estaba claro si estos individuos extremadamente ancianos eran una rareza o un ejemplo representativo de su esperanza de vida natural.
Ahora, un equipo ha demostrado que la extraordinaria longevidad natural de algunas especies de ballena no es una excepción, sino prácticamente la norma. Tal y como concluyen tras analizar las poblaciones de dos especies de ballena barbadas diferentes pero muy emparentadas, los ejemplares que no están expuestos a la caza y a otros impactos causados por el hombre viven prácticamente el triple de tiempo que los que habitan océanos con intensa actividad humana. Sus resultados se publican esta semana en la revista Science Advances.
En concreto, observaron cómo la esperanza de vida media de la ballena franca austral del Atlántico Sur (Eubalaena australis) es de 74 años, frente a los 22 años de la ballena franca glacial (Eubalaena glacialis), del Atlántico Norte. Esa es la media, pero hay un porcentaje de animales de ambas especies que vive más tiempo: más del 10% de las australes supera los 130 años mientras que el 10% de las glaciales vive más de 47 años.
Estas grandes diferencias en la longevidad de dos especies tan parecidas, argumentan, no pueden explicarse por diferencias biológicas. Y de hecho, los autores consideran incluso que la estimación de los 22 años de vida media de la ballena glacial es "probablemente optimista" teniendo en cuenta los factores ecológicos y antropogénicos que están bien documentados.
"Hasta nuestro análisis, se pensaba que el registro de la ballena que vivió 211 años era único y que otras no vivieron tanto. Nuestro estudio ha demostrado que el pariente más cercano a las ballenas de Groenlandia, la ballena franca, también podría tener vidas extremadamente largas, aunque tal vez no tanto como las de Groenlandia, con un máximo de quizás 150 años", explica a este diario Greg Breed, investigador de la Universidad de Alaska Fairbanks y autor principal de este estudio.
La investigación proyecta que el 10% de los individuos vivirán al menos 132 años: "Antes de este análisis no teníamos buenas estimaciones de longevidad máxima para las ballenas francas del Atlántico norte o sur, y se creía que ambas tenían edades máximas de unos 70 u 80 años. Nuestro estudio muestra que probablemente tienen el potencial de vivir mucho más de 70 u 80 años", dice el ecólogo.
Pero ¿por qué estos mamíferos acuáticos pueden vivir tantos años? Como detalla Breed, hay dos tipos de ballenas barbadas. Las de la familia Balaenidae (la ballena franca y de Groenlandia) y las de la familia Balaenopteridae (conocidas como ballenas rorcuales):
"Las ballenas rorcuales son un grupo mucho más grande y se alimentan de manera diferente a las ballenas francas. Sólo podemos especular sobre las causas últimas de su extrema longevidad, pero puede estar relacionada con sus barbas, que les dan acceso a cantidades mucho mayores de alimento que pueden limitar la muerte por inanición, mientras que su tamaño limita la cantidad de depredadores que pueden matarlos", explica.
Sin esas causas de mortalidad, argumenta Breed, "el cáncer y otras enfermedades degenerativas serán las principales causas de mortalidad. Pero, a lo largo de muchos cientos de miles de años, la evolución aumenta gradualmente la capacidad del cuerpo para retrasar estas enfermedades degenerativas, lo que hará que la longevidad aumente poco a poco".
Los estragos de la caza de ballenas
La gran cantidad de animales que han muerto prematuramente por la caza humana ha dificultado este tipo de investigaciones sobre la esperanza de vida de las ballenas barbadas. La caza industrial, que para la mayoría de las especies terminó hace unos 60 años, habría supuesto que cualquier individuo que ahora tenga más de 100 años tendría que haber sobrevivido a al menos cuatro décadas de intensa caza, y cualquier individuo de más de 150 años habría tenido que sobrevivir 90 años de esas prácticas, según señala Breed.
En lo que respecta a su estado de conservación, el científico señala que las ballenas francas australes "se están recuperando mucho después de que la caza redujera su población mundial a aproximadamente el 1% de la población que había anteriormente. Y aunque el ritmo de recuperación ha desacelerado en los últimos años, en general les está yendo bien". Sin embargo, advierte que las ballenas francas del Atlántico norte "son una de las ballenas más amenazadas del mundo y, después de algunas recuperaciones en los años 90 y principios de 2000, su población es de sólo unos pocos cientos de ejemplares y, en general, está disminuyendo".
Estos estudios sobre la longevidad de mamíferos ofrecen también información sobre el envejecimiento humano, por ejemplo, el estudio sobre la reparación de su ADN y sobre los mecanismos celulares que controlan el cáncer.
Fuente: EL MUNDO