La extracción de conchas y sus severos impactos en los ecosistemas marinos
La Extracción de Conchas afecta seriamente los Ecosistemas Marinos
La fragilidad y vulnerabilidad de nuestros ecosistemas es cada vez más severa y evidente. Básicamente, todas las acciones del ser humano generan impactos en los ecosistemas. Es cuestión de salir al patio y pisar un hormiguero, fumarse un cigarro o mover unas rocas de un río, para alterar el habitad de muchas especies. Todo lo que hagamos o dejemos de hacer es relevante en el medio ambiente y mínimo deberíamos de ser conscientes en cómo nuestras acciones se reflejan en el bienestar de nuestro planeta y qué podemos hacer para minimizar sus impactos negativos al máximo.
Unos de los problemas que agobian los ecosistemas costeros de Costa Rica y ha pasado casi inadvertido por décadas, es la recolección de piedras y conchas en las playas. Esta es una práctica que a la mayoría le parece común e inofensiva, sin embargo, esta genera serios problemas ambientales. Las conchas proporcionan carbonato de calcio que permite mantener estable los ecosistemas, aportando alimento para algunos animales y plantas. Además, las conchas ayudan a controlar la erosión del suelo y permite que aglunas algas, plantas, esponjas marinas y otras especies, se adhieran a estas.
También, son utilizadas como casa y protección de algunas especies. Al existir menos opciones, quedan desprotegidos contra depredadores. Entre estas especies se destaca el cangreso hermitaño. Este crustaceo utiliza las conchas como armadura protectora y va cambiando su concha conforme su crecimiento vaya aumentando. Si no logran encontrar una concha más grande mueren.
Los cangrejos hermitaños son buenos indicadores de la calidad de las playas. En playas como Puntarenas, se puede evidenciar fácilmente el impacto ambiental sufrido, porque prácticamente no hay cangresos hermitaños.
A pesar de que por ley en Costa Rica, se prohíbe la extracción todo tipo de flora y fauna silvestre, además de conchas y otros elementos, son muchos los que ya sea por ingorancia o desinterés, hacen caso omiso a la legislación. Al punto que se desconce a ciencia cierta cuánto representa este impacto a nivel ambiental y económico.
Un Impacto Ambiental Desmedido
Desde el 2015, un grupo de estudiantes de la Sede Occidente de la Universidad de Costa Rica (UCR) en conjunto con el Parque Marino del Pacífico, se dieron a la tarea de cuantificar los materiales marinos decomisados en el Aeropuerto Juan Santamaría y de esta forma medir el verdadero impacto que provoca el turista extranjero con la extracción de estos materiales. Para ese entonces, la medición superaba la decena de toneladas entre conchas, turricados, caracoles, corales y estrellas de mar, entre otros.
Lo ideal sería poder reintegrar estos materiales, pero no es nada sencillo determinar a qué zona pertenecen ya que los turistas no mantienen un registro de cuál material fue extraído de dónde. Esto obligaría a realizar exhaustivos y costosos estudios para poder devolver los materiales de forma acertada y no generar un impacto mayor.
Para complicar más las cosas, la medición solo se realizó con el turista extranjero y este no genera el mayor impacto, sino el local y no hay forma de cuantificarlo. Solo para darnos una idea, para esta Semana Santa del 2017, las autoridades calculaban a más de un millón de costarricenses trasladandose a las zonas costeras. Imaginemos que pasaría si cada uno de ellos hubiese tomado tan solo una concha. Además muy probablemente esta terminaría en algún basurero, tiempo después. Aparte de todas las personas que se dedican a realizar artesanías y utilizan estos materiales para sus creaciones.
Entre lo positivo es que al menos centros educativos como la UCR, han podido emplear estos materiales para la enseñanza de diversas materias de ramas como la geología y la biología. Sin embargo, es un pequeño beneficio a un muy alto costo. Por lo tanto, es hora de ser más celosos con nuestro patrimonio natural. Ser más exigentes con las autoridades estatales y conscientes de nuestras propias acciones y así colaborar en erradicar este impacto.
Fuente: ONE SEA