¿Hace calor? Cambio climático y empresas
El Panel Intergubernamental del Cambio Climático publicó un documento de 4.000 páginas explicando lo que ocurre con el cambio climático y lo que podemos esperar en el futuro. El informe predice olas de calor más intensas y frecuentes, un aumento de lluvias extremas, un incremento peligroso del nivel del mar, sequías prolongadas, entre otros.
Como bien sabemos, los seres humanos somos los culpables del calentamiento del planeta. Ante esta conclusión nos podemos preguntar ¿Cuál es el impacto que genera el cambio climático en las empresas? Por un lado, se presentan una serie de nuevos riesgos comerciales. Además de los riesgos físicos más elementales (por ejemplo, los impactos operativos de eventos climáticos extremos o la escasez de suministro causada por la escasez de agua, responsabilidad por emisiones de carbono), las empresas están expuestas a riesgos de transición que surgen de la respuesta de la sociedad al cambio climático; cambios en las tecnologías, los mercados y regulación que pueden aumentar los costos comerciales, socavar la viabilidad de productos, servicios existentes o afectar el valor de los activos.
No obstante, el cambio climático también ofrece oportunidades comerciales. En primer lugar, las empresas pueden aspirar a mejorar la productividad de sus recursos (por ejemplo, aumentando la eficiencia energética), reduciendo así sus costos. En segundo lugar, el cambio climático puede estimular la innovación, inspirando nuevos productos y servicios al limitar el uso de elementos contaminantes o que permiten la reducción de carbono por parte de otros. En tercer lugar, las empresas pueden perfeccionar la resiliencia de sus cadenas de suministro, por ejemplo, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles con precios volátiles y redirección hacia las energías renovables. Juntas, estas acciones pueden fomentar la competitividad y abrir nuevas oportunidades de mercado.
Al ver estas oportunidades y desafíos, ¿Qué puede hacer el empresario? La investigación publicada por el Pnud en agosto de 2021 sobre Empresas con Propósito y el Cuarto Sector establece que las empresas deben tener elementos claros de gobernanza, estrategia, gestión de riesgos, métricas y objetivos. El cambio climático está transformando la forma en que los consumidores, empleados y accionistas evalúan a las empresas e interactúan con ellas. En algunos casos, esto puede conducir a un cambio real, en el que los modelos comerciales deben reevaluarse. Las empresas no solo deben medir su exposición a los riesgos relacionados con el clima y posteriormente gestionarlos, sino que también deben incorporar el cambio climático en sus planes estratégicos. No hacerlo, puede acabar la sostenibilidad de su negocio.
Desde entonces, ¿Cómo pueden las empresas prepararse para los impactos que el cambio climático tendrá sobre ellas? El primer paso que debe dar una empresa es realizar un análisis para definir cómo impacta el medio ambiente, así como los riesgos potenciales que enfrenta debido al cambio climático.
Además de los riesgos, las empresas deben identificar oportunidades para mejorar su desempeño ambiental. Dentro de estas se incluyen la obtención de materiales alternativos y evaluación de la viabilidad de utilizar energías renovables como la solar, la eólica y la biomasa. Las empresas pueden utilizar esta información para crear un sistema de gestión ambiental dirigida a mejorar su desempeño.
En conclusión, el cambio climático es mucho más que un problema medioambiental. Para triunfar en el clima del futuro, las empresas deberán adaptarse.
El clima cada día está más caliente y si no se toman acciones ahora mismo para proteger y mitigar los daños realizados a nuestro planeta ¿Entonces cuándo?
Fuente: asuntos:legales