"En promedio, 200.000 personas son beneficiadas con programas de sostenibilidad"

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Martha Ruby Falla, directora de sostenibilidad de Postobón, explicó que cuentan con varios programas para ayudar a comunidades

La sostenibilidad es un factor que las empresas actuales no pueden ignorar dentro de sus planes corporativos y Postobón es líder por la variedad de programas socioambientales que tiene la compañía. Martha Ruby Falla, directora de sostenibilidad de la compañía, habló con LR sobre los proyectos que manejan, las inversiones que han realizado y el número de personas que han beneficiados en los últimos años.

¿Cuánto han invertido con sus programas en la empresa?

Nosotros llevamos años reportando, públicamente, las inversiones socioambientales, y desde 2020, hemos registrado una cifra de alrededor de $100.000 millones en los proyectos de la compañía. En el último año fueron cerca de $35.000 millones.

¿A cuántas personas han beneficiado con sus programas?

Nosotros tenemos varias metas para las poblaciones a las que atendemos. En promedio son 200.000 personas que salen beneficiadas de los programas cada año. De hecho, en 2023 tuvimos una cifra de 202.000 personas. En 2024 termina nuestra meta planteada desde 2014, por lo que debemos ser concretos. Tenemos unas metas declaradas de ayudar a cerca de 100.000 personas con temas de agua y educación y estamos planteado llegar a unas 250.000 durante este año.

¿Cuál es el tipo de población a la que ustedes llegan?

Nuestro modelo de sostenibilidad está enfocado en la generación de valor para la sociedad en su conjunto y, especialmente, para las poblaciones vecinas a las plantas.

Tenemos unos programas especiales de desarrollo económico inclusivo muy fuertes como son los ‘Faros’, que se programan con el reciclaje de los recicladores. Hay otro con los pequeños agricultores en la que tenemos 6.300 personas y en el otro alrededor de 1.600. Son poblaciones muy vulnerables como indígenas, negritudes, personas desplazadas, víctimas de la violencia, entre otros. Incluso, una de las ampliaciones que tuvimos en la parte agrícola, hace tres años, fue especialmente para atender víctimas de la violencia, y por ese motivo llegamos al Valle con este programa social de la compañía.
Con el agua también estamos trabajando con comunidades rurales, especialmente de estratos uno y dos, llevando soluciones de este líquido a las poblaciones que antes no lo tenían.

Específicamente, ¿cuáles son esos programas?

Tenemos dos programas de cadena de valor. El primero, el más emblemático y antiguo que tenemos, es Hit Social. Este proyecto está dedicado al valor compartido, que busca que nosotros tengamos la fruta para nuestros productos Hit y Tutti Frutti, para un precio justo, pero al mismo tiempo, se fortalecen las organizaciones de pequeños proveedores agrícolas, con la colaboración de 50 asociaciones, pero ayudando directamente a los campesinos.

Contamos con un programa de educación financiera para adultos y jóvenes, y estamos trabajando también con ‘Mujer Rural’, que es desde el punto de vista de empoderamiento de autonomía económica y financiera para las agricultoras, como de las esporas de nuestros agricultores. Estamos ayudándoles a generar una independencia económica. Solo el año pasado, con ese programa, logramos tener 14% para los productos.

Somos una compañía que consume recursos responsablemente y para esto tenemos programas basados en la economía circular como la reincorporación de resina reciclada incluidas en las botellas. También, empezamos la instalación de energías fotovoltaicas, la renovación de nuestra flota a vehículos eléctricos o con tecnología Euro V o VI, con inversiones de más de $300.000 millones, además de reducir el consumo de agua y la protección de bosques.

Fuente: LA REPÚBLICA