El futuro tiene que escribirse también con letra de mujer
Los estereotipos de género, los sesgos inconscientes o la falta de referentes femeninos son algunas de las causas que explican la falta de mujeres en el sector El desequilibrio de sexos en los equipos de I + D tiene repercusiones en la salud de las mujeres. El estudio constata que la desigualdad en el mercado laboral lleva a la desigualdad en el mercado de productos El factor más importante y necesario para cerrar la brecha de género es tener más mujeres inspiradoras y conectar a éstas con niñas a edades tempranas
Por: Noelia García
"No dejes que nadie te robe tu imaginación, tu creatividad o tu curiosidad", decía Mae Jemison, la primera astronauta afroamericana en el espacio. Erradicar los prejuicios inconscientes es esencial para construir una sociedad basada en la equidad de género. La mayoría de las niñas crecen creyendo que no están hechas para las asignaturas de ciencias, por lo que optan por las humanidades y las artes. De hecho, a los seis años las niñas empiezan a sentirse menos capaces que sus compañeros y a no asociar la "brillantez intelectual" con su género. Los estereotipos, además de la falta de referentes femeninos, son una de las principales causas de la escasez de vocaciones técnicas entre las estudiantes.
Un equipo de investigadoras de la UOC, liderado por Milagros Sáinz, investigadora y directora del grupo GenTIC (Género y TIC: Investigando el Género en la Sociedad Red) del Internet Interdisciplinary Institute (IN3) constatan en su investigación publicada en la revista Emerging Adulthood, que los estereotipos de género —a menudo reforzados por la familia, la escuela y los medios de comunicación— siguen modelando la visión que ellas tienen sobre los ámbitos STEM (acrónimo de Science, Technology, Engineering and Mathematics). Además, uno de los factores que más preocupa es también el hecho de conseguir un equilibrio entre la vida personal y la laboral, y si podrán compatibilizar maternidad y carrera sin ser penalizadas por ello.
Ana Mª Arribas Ramos, responsable del programa L'Oréal Unesco-For Women in Science en España, indica que "existen estereotipos de género como la representación ideal de científicos, ingenieros e innovadores tecnológicos en la figura de un hombre. También existe un desajuste en cuanto al sentimiento de pertenencia. Las niñas son bombardeadas con mensajes que señalan que no que no pertenecen a las carreras STEM. Y estas dudas sobre la pertenencia afectan al rendimiento de las mujeres, compromiso y persistencia en STEM".
Además, la falta de interés de las niñas por las áreas STEM "está asociada a la metodología didáctica de estas materias, predominantemente teórica y poco aplicada, así como a la falta de coordinación entre el sistema educativo y el mundo de la empresa y la investigación, de tal forma que las alumnas desconocen los nuevos perfiles profesionales del futuro, marcados por la importancia de la tecnología como puede ser la inteligencia artificial, el machine learning, la computación en la nube o los perfiles de analistas y programadores", asevera Roberto Ranz, director de ASTI Talent & Tech Foundation.
La psicología evolutiva, especialmente los estudios de Piaget, ya mostraron que la ideación del futuro y la conciencia del mundo como posibilidades exige un pensamiento de tipo formal que comienza a fraguarse en torno a los 6 años. No obstante, este pensamiento en torno a cómo nos vemos de mayores (la vocación propiamente dicha) no se forja sino a partir de la adolescencia.
"El principal objetivo de maestros, profesores y orientadores es romper justamente con estos estereotipos de género desde edades tempranas en la escuela. Es importante fomentar el interés y la vocación por la ciencia, la tecnología y las matemáticas desde la educación primaria", destaca Kamila Purymska, CEO de Coding Giants.
Desde la Fundación Aquae, como organizadora del programa educativo Aquae STEM, indica que cuándo se construye el "de mayor seré", en la infancia, en el periodo de los grandes sueños... seré astronauta, cirujana, investigadora, bombera... "Pero ya en la pre-adolescencia surgen las inseguridades. Las ideas preconcebidas, los estereotipos sociales y culturales calan en la percepción que las niñas y jóvenes tienen de sí mismas y de sus capacidades en esos entornos. Por eso es fundamental acercar la ciencia y la tecnología a las jóvenes desde edades tempranas y hacerlo desde otro punto de vista, ayudándolas a entender su gran potencial a todos los niveles, fomentando el talento femenino en las vocaciones científicas y tecnológicas, ofreciendo visibilidad, alentando la confianza en sus habilidades y mostrándoles cómo pueden mejorar la vida de las personas en muchos aspectos desde el ámbito de las STEM".
Yolanda Rueda, presidenta de la Fundación Cibervoluntarios, desvela que "un dato muy significativo es que en España tan solo el 7% de las niñas se ve en el futuro como científica".
En esta misma línea, Mar Ángulo, coordinadora académica de los Dobles Grados en Ingeniería del Software y Matemática Computacional e Ingeniería del Software y Física Computacional en el Centro Universitario U-tad, asegura que "cada vez se hace más importante en este sentido el papel de los profesores, de los padres, del entorno… en todos los grupos de edad a la hora de formar e informar sobre las posibilidades, lo que exige y lo que ofrece cada materia, cada especialidad… Porque un mayor conocimiento garantiza una mejor elección y eso es idéntico para chicos y chicas. La falta de información precisa ha permitido en muchas ocasiones mantener falsos mitos o ideas que pueden haber alejado a las chicas de determinados ámbitos como la ciberseguridad, la ingeniería o las matemáticas".
El número de mujeres en el campo de la ciencia y la ingeniería está creciendo, pero los hombres siguen superando a las mujeres, especialmente en los niveles superiores de estas profesiones. En la escuela primaria, secundaria y preparatoria, las niñas y los niños asisten a las clases de Matemáticas y Ciencias por igual, y en la misma proporción, salen de la Secundaria preparados para cursar carreras STEM en la universidad. Sin embargo, el número de mujeres que cursan estas carreras es menor que el de los hombres. Al graduarse, los hombres superan a las mujeres en casi todos los campos de la ciencia y la ingeniería, y en algunos, como la física, la ingeniería y la informática, la diferencia es dramática, ya que las mujeres son sólo el 20% en estos grados. La representación de las mujeres en la ciencia y la ingeniería disminuye aún más en el nivel de posgrado y, de nuevo, en la transición al lugar de trabajo. Aunque un estudio reciente de McKinsey & Company muestra signos de que el techo de cristal comienza a romperse, las mujeres se enfrentan a mayores desafíos que los hombres para llegar a puestos de gestión. Por cada 100 hombres que ascienden y son contratados como directivos, sólo 72 mujeres llegan a estos cargos.
Falta de diversidad
Según estudios recientes publicados por la Organización de las Naciones Unidas, menos de un 30% de los puestos directivos están ocupados por mujeres, una proporción que ha avanzado muy poco desde 1995. En el ámbito las mujeres siguen estando infrarrepresentadas: solo un tercio de los investigadores del mundo son mujeres. Además, la falta de diversidad de género en el sector tecnológico ha sido cuantificada por algunos expertos en términos monetarios, llegando a afirmar que el coste para el conjunto de la Unión Europea supera los 16.000 millones de euros al año.
Según datos de la Comisión Europea, el 40% de las organizaciones tiene dificultades para contratar personas con formación específicas en TIC, y en la actualidad en Europa hay 800.000 puestos de trabajo relacionados a disciplinas TIC sin cubrir.
Una investigación realizada en Reino Unido en 2019 por el Parlamento Europeo sobre el fomento de la igualdad de género en la educación y las carreras científicas, tecnológicas, de ingeniería y matemáticas concluyó que "la UE se enfrenta a una escasez sin precedentes de mujeres en las carreras y la educación STEM, sobre todo si se tiene en cuenta que las mujeres representan el 52% de la población europea y el 57,7% de los titulados superiores en la UE, y sin embargo, únicamente representa 2 de cada 5 científicos e ingenieros".
Cabe destacar que, en la actualidad, hay un 32% de desempleo juvenil y se prevé que en 2022 se creen 1,3 millones de puestos de trabajos relacionados con STEM.
En España se prevé que en los dos próximos años se generen 390.000 puestos STEM con mejores salarios y buenas perspectivas laborales y profesionales. En el caso de la FP, la presencia de mujeres estudiando una familia profesional STEM no supera el 3,6%.
En cambio, son otros muchos los sectores en los que las mujeres continúan siendo predominantes, como sucede con la enfermería. Según datos del INE en 2019, el 84,2% de las enfermeras en España son mujeres, frente a un 15,8% de hombres en la profesión. Algo similar sucede en el ámbito educativo, donde dos de cada tres profesionales (66,5%) son mujeres. Una tendencia que se ha mantenido durante décadas y sólo desde la incorporación de la mujer al mercado laboral ha ido paulatinamente modificándose.
Sectores más afectados
Se calcula que solo 3 de cada 10 mujeres en el mundo estudian carreras STEM. Cifra que desciende hasta el 8% en carreras de Ingeniería y el 3% en aquellas relacionadas con tecnologías de la información.
El porcentaje de mujeres en estas carreras es aún más preocupante cuando se analizan las necesidades del mercado de trabajo. Y para muestra, este ejemplo. El 80% de los puestos que se tienen que cubrir en Endesa a medio plazo están relacionados con carreras STEM.
No obstante, en tiempos pasados, a pesar de que parezca mentira, los porcentajes de mujeres en puestos de estas áreas eran mayores. En el libro "Programadores. La creación de una nueva tribu y la recreación del mundo", escrito por Clive Thompson, asegura que antes de la llegada del ordenador personal, las mujeres eran casi la mitad de las empleadas encargadas de programarlos. En 1985 un 30% de los alumnos de Informática en España eran mujeres, porcentaje que cayó hasta el 12% en 2016.
Bárbara García, consultora Salesforce Senior y especialista en Salesforce Service Cloud y CPQ, en S4G, una empresa en la que hay un 23% de mujeres técnicas, afirma que "en el mundo de la tecnología y de la ingeniería aún somos pocas, pero lo importante es que cada vez somos más, y vamos no ocupando sino compartiendo espacios que antes solo estaban destinados a los hombres. Dificultades tenemos todas, cada una en una dimensión diferente, pero aunque sea poco a poco se van rompiendo las barreras, y cada vez que una mujer se impone va logrando pequeñas metas que aportan un granito para ser una sociedad cada vez más igual".
Por su parte, Blanca Romero, responsable de front-end en Syntonize, una agencia digital en pleno crecimiento afirma: "Siento la necesidad de crear algo que genere un cambio, solucione un problema y mejore la calidad de vida de las personas. También valoro que me den la oportunidad de ser creativa. De pensar con originalidad para crear herramientas y aplicaciones que sean útiles. En el ámbito tecnológico siempre hay muchos estereotipos, pero no todos afectan al género de los que trabajamos aquí: escucho siempre el mismo tipo de frases, por ejemplo, que los ingenieros informáticos somos unos frikis. Creo que es un problema que se haya asociado este perfil friki de persona solitaria que trabaja en un sótano con cinco pantallas de ordenador en el sector de la informática".
Lo relevante es que las carreras STEM no poseen género y sí en cambio un gran potencial de futuro. "Los equipos diversos son más eficientes, productivos y creativos. La educación de las mujeres en carreras STEM representa un factor clave del desarrollo del potencial económico de cualquier país. Negar la posibilidad de construir un futuro más igualitario es negarle a la sociedad de crecer y progresar de manera más rápida y constructiva", destaca Héctor Ruiz Martín, investigador en psicología cognitiva del aprendizaje y director de la International Science Teaching Foundation (ISTF).
Programas para empoderar
Desde la Fundación Cibervoluntarios contribuyen precisamente a este propósito con el proyecto "InnovadorasTIC.org", un iniciativa que cuenta con el apoyo del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y que lleva ya más de cinco años promoviendo la importancia de la figura de la mujer en el mundo STEM.
Aquae STEM es un programa educativo que desarrolla Fundación Aquae, junto a las marcas territoriales del grupo Suez, para la creación de vocaciones STEM entre las niñas en las escuelas a través de los valores de la innovación y la creatividad como vehículo para inspirarlas e involucrar a la comunidad educativa. Aquae STEM se puso en marcha en octubre de 2019, está integrado en el plan curricular de 51 colegios de siete comunidades autónomas (Andalucía, Asturias, Galicia, Castilla y León, Castilla La Mancha, Murcia, Comunidad Valenciana) y beneficia a más de 2.500 alumnas de 2º a 6º de Educación Primaria, además facilitar formación al profesorado.
Alexandra Hernández, responsable de talento de Santander Universidades y Universia España, indica que "desde las empresas, tenemos que trabajar en iniciativas de largo recorrido, generando este espacio de conocimiento e impulsando el talento de las jóvenes y su confianza en sí mismas de cara a verse liderando entornos digitales y tecnológicas". Con este contexto, desde Banco Santander, cuenta con la II Edición del Programa de Becas "Santander Women | Liderazgo Tech GL Santander #ChicasImparablesTech". El objetivo de este programa es fomentar las habilidades digitales de las mujeres estudiantes y mejorar de esta forma su empleabilidad y su posterior inserción laboral. Además, hay un fuerte compromiso con el acercamiento y networking entre las jóvenes y mujeres profesionales del sector digital y tecnológico de cara a aumentar la vocación, la confianza y la seguridad de las participantes.
Desde Siemens han creado la figura "STEM Female Ambassadors", son mujeres que estudiaron una carrera STEM y actualmente están trabajando en Siemens. Con ellas realizan diferentes actividades con el objetivo de promocionar los estudios STEM en niñas. Siguiendo este objetivo han creado el Programa "STEM Girls Power", programa internacional que comenzó en 2020 con niñas de entre 14 y 18 años de España y Alemania con el objetivo de promocionar el conocimiento de la figura de la mujer en el ámbito STEM.
No solo son efectivos programas que inciden directamente en las aulas. Hay juguetes que también que han inspirado a niñas. Barbie lleva más de 60 años inspirando a las niñas en las distintas profesiones para demostrarles que pueden ser todo aquello que quieran, empoderando a las niñas a través de referentes. Como parte de esto, las acompañó a través de las carreras espaciales, desde que su primera muñeca Barbie Astronauta "pisó la luna" antes que el hombre, en 1965. Barbie ha sido astrofísica, científica espacial, astronauta y ha creado muñecas a imagen y semejanza de modelos reales, como las astronautas Sally Ride, de Estados Unidos, Anna Kikina, de Rusia y, por supuesto, Samantha Cristoforetti, de la ESA. Una investigación realizada en Reino Unido en 2019 por la asociación Barbie/ESA, demostró que cuatro de cada 10 padres, creían que podían estar frenando a su hija a la hora de entrar o aprender sobre este tipo de carreras, debido a su propia falta de sabiduría en este ámbito. Un tercio no creía que hubiera suficientes referentes positivos relacionados con el espacio y campos relacionados con STEM para las niñas, y el 70% estaba de acuerdo en que los logros de las mujeres en el espacio debían ser más equiparados a los de sus homólogos masculinos.
Desde su nacimiento en 1959, Barbie ha querido inspirar a las niñas a ser lo que ellas quieran ser. Barbie a través de sus muñecas muestra referentes femeninos para las niñas, como pueden ser estas mujeres europeas, Cristina Fogazzi, emprendedora de Italia; Anita W?odarczyk, deportista especialista en lanzamiento de martillo de Polonia, la periodista de Reino Unido, Clara Amfo o la astronauta europea, Samantha Cristoforetti. Este año en España han elegido a la atleta Ana Peleteiro, la futbolista Amanda Sampedro y la kitesurfista Gisela Pulido como referentes por sus logros en el mundo de los deportes.
Barbie lanzó el Proyecto Dream Gap en 2018, una iniciativa mundial en curso que ofrece a las niñas los recursos y el apoyo que necesitan para seguir creyendo en sí mismas. Céline Ricaud, Head of Marketing & Digital Spain & Portugal, destaca "no se aspira a algo si no eres capaz visualizarlo y admirarlo. Por eso creemos que es importante que la sociedad apoye a las mujeres y de visibilidad de los éxitos profesionales de mujeres relevantes en el campo de la ciencia entre otros".
Desequilibrio en la I+D
Una investigación del profesor del IESE, Sampsa Samila, publicada en la revista científica Science, constata que el desequilibrio de sexos en los equipos de I + D tiene repercusiones en la salud de las mujeres y muestra cómo la desigualdad en el mercado laboral lleva a la desigualdad en el mercado de productos.
La pandemia ha demostrado el papel crucial de las mujeres investigadoras, desde los avances en el conocimiento del virus hasta el desarrollo de técnicas para las pruebas de COVID-19 y las vacunas contra el virus. Sin embargo, el informe "Mujeres Investigadoras CSIC 2020", de la Comisión de Mujeres y Ciencia, muestra que la desigualdad se mantiene. El 35% de los proyectos nacionales en el CSIC están liderados por mujeres, porcentaje que baja al 28% en el caso de proyectos europeos.
Mediante un análisis de datos sistemático, el informe de IESE concluye que los equipos de inventoras tienen un 35% más de probabilidades de centrarse en la salud de las mujeres que los equipos de I+D masculinos. Curiosamente, es menos probable que los hombres patenten inventos centrados en problemas de salud exclusivos para hombres o mujeres.
Arribas Ramos, del programa L'Oréal apoya esta idea en la que la infrarrepresentación de las mujeres en el mundo científico repercute directamente en los resultados de las investigaciones. En el ámbito de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, "la I+D se centra en los hombres, lo que ha llevado a una discriminación sistemática hacia mujeres. Los softwares de reconocimiento de voz suelen estar irremediablemente sesgado hacia los hombres. Y los bancos de imágenes asocian a las mujeres con las tareas domésticas y a los hombres con los deportes; el software de reconocimiento de imágenes no sólo reproduce esos prejuicios, sino que los amplifica. Además, los programas diseñados para "preseleccionar" candidatos a plazas universitarias pueden discriminar a las mujeres y a los candidatos no blancos. Asimismo, el sistema de contratación en el trabajo tecnológico tiende a favorecer a los hombres en detrimento de las mujeres.
El artículo de Science, titulado "¿Para quién inventamos? Las patentes de mujeres se centran más en la salud de las mujeres, pero pocas mujeres pueden inventar", explica que alrededor del 13% de los inventores de patentes estadounidenses hoy son mujeres. A pesar de dato tan bajo, sin embargo, ha habido una progresión con los años: en 1976, solo el 6,3% de las patentes biomédicas en Estados Unidos provenían de equipos dirigidos por ellas, mientras que la cifra alcanzó el 16,2% en 2010. Hay evidencias de que ese aumento de 10 puntos porcentuales ha dado lugar a muchas más innovaciones vinculadas a la salud femenina.
Si bien los equipos de inventores que cuentan con algunas mujeres también se ven influenciados por el sexo, el patrón es "más palpable en los equipos exclusivamente femeninos, les dura décadas y está presente incluso en campos muy específicos", resumen los coautores.
En el ámbito de la salud, "durante décadas, los médicos realizaban pruebas clínicas sobre la reducción de los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares exclusivamente en hombres. Eso condujo en muchas ocasiones a diagnosticar un tratamiento inadecuado para las mujeres. En 2007, los investigadores estadounidenses tuvieron que retirar ocho de diez fármacos cuando repitieron los ensayos para incluir a las mujeres", añade Arribas Ramos
En el ámbito laboral, aunque las lesiones graves en el trabajo han ido disminuyendo en los hombres, "hay pruebas de que han aumentado entre las mujeres. La brecha de género está de nuevo implicada con la investigación laboral tradicionalmente centrada en los sectores dominados por los hombres", continúa la responsable del programa L'Oréal-UNESCO.
Por tanto, es innegable que una educación en valores como la igualdad o la equidad aún hoy continúa siendo relevante.
Fuente: El Economista