El chef José Andrés, premio Princesa de Asturias de la Concordia: "Somos una gota de agua en un mar de empatía"
Por: Carlos Fresneda
El jurado ha reconocido su labor humanitaria al frente de la ONG World Central Kitchen y su compromiso durante la pandemia del coronavirus: "Cuando ocurra una emergencia, siempre vamos a estar ahí, dispuestos a ayudar a los olvidados"
El chef asturiano José Andrés (Mieres, 1969) ha sido galardonado con el premio Princesa de Asturias de la Concordia por su labor al frente de la ONG World Central Kitchen (WCK), una organización que fundó en el año 2010 junto a su esposa con el objetivo de "utilizar los alimentos para empoderar a las comunidades y fortalecer las economías" y que durante la pandemia del coronavirus repartió más de tres milones de comidas en España y más de 30 millones en Estados Unidos.
"Esto es un reconocimiento no a mi trabajo, sino a toda la organización World Central Kitchen, que sigue siendo una organización muy joven y que dará mucho que hablar en los años venideros", ha asegurado el cocinero a EL MUNDO pocos minutos después de recibir la noticia del premio. "Somos una gota de agua en un mar de empatía y en un desierto de necesidad".
"Nuestra misión es cubrir unas necesidades puntuales en emergencias, y estamos aprendiendo a responder mejor y en situaciones cada vez más grandes", añadió el chef. "Ese aprendizaje nos va a llevar a ver mesas cada vez más largas y muros cada vez más bajos, hasta que un día logremos que el hambre sea una cosa del pasado".
"Cuando ocurra una emergencia, siempre vamos a estar ahí, dispuestos a ayudar a los olvidados y a los que más lo necesitan", concluyó José Andrés. "El futuro de las naciones va a depender de cómo se alimentan, esto lo dijo el filósofo Brillat-Savarin en siglo XIX. Y es cierto: la alimentación es la máxima expresión de lo que somos".
Formado en las cocinas de El Bulli de Ferran Adrià, José Andrés, de 51 años, se trasladó con apenas 20 a Estados Unidos. Trabajó en el restaurante Paradis Barcelona de Nueva York, también en El Dorado Petit o El Cid. Y se mudó a Washington, donde abrió el Jaleo, el primer restaurante en introducir la cocina de tapas en EEUU.
Fue en Haití, en el terremoto de 2010, donde José Andrés recibió su bautismo de fuego como cocinero solidario. La expedición se llamaba Solar for Hope y llevó 14 cocinas solares al país devastado por los desastres naturales.
Ese viaje fue la chispa creadora de World Central Kitchen. "Ese viaje marcó mi vida y Haití sigue en mi corazón desde entonces. Fui allí a comenzar un camino que me ha llevado a lugares inimaginables", contaba en una entrevista reciente con El Mundo.
Como en Haití, donde creó escuela con la École des Chefs o con el proyecto de cocinas limpias en los colegios (luego extendido a Guatemala, Nicaragua, Costa Rica y Honduras), José Andrés se implicó en la ayuda a los inmigrantes en la frontera con Estados Unidos, se enfrentó a Donald Trump, que incluso demandó al cocinero, y acabó por llevar su acción a España durante la pandemia del coronavirus. Madrid se convirtió en algo así como la lanzadera de World Central Kitchen para Europa, con una cocina comunitaria en el Mercado de Santa Eugenia, un acelerador de ideas, una futura red de productores de alimentos y un programa de Chef Relief Training (CRT) abierto a todos los profesionales del continente.
En 2020 recibió el premio Basque Culinary World Prize, por la implicación social de su ONG durante la pandemia, coordinando y movilizando a centenares de cocineros y voluntarios de todo el mundo para servir alrededor de 25 millones de comidas.
Ha sido nominado al Premio Nobel de la Paz por su compromiso con los afectados por los desastres naturales, el ex presidente Barack Obama lo nombró Estadounidense Excepcional en 2014 y la revista Time lo incluyó entre las 100 personas más influyentes del mundo, por ser "un icono culinario, conocido por su labor innovadora y refinada".
"Me convertí en líder sin quererlo", contaba José Andrés en una entrevista de 2019. "Cuando hago algo, lo hago porque creo que es lo correcto, no para tener impacto. Yo intento decir cosas que hagan reflexionar a la gente y, si están de acuerdo, que se sumen a la acción. Nada más".
Fuente: El Mundo