Cinco estudiantes de Antioquia, Caldas, Tolima y Cesar iniciaron semestre
Con becas para carreras profesionales buscan empoderar a jóvenes colombianas
Kelly Zapata, Alejandra Buitrago, Dayana Montenegro, Vanessa González y Karen Sarmiento son hijas de microempresarios de Antioquia, Caldas, Cesar y Tolima que gracias a la beca Transformando Realidades, entregada a finales del 2020, pudieron hacer realidad sus sueños de estudiar una carrera profesional.
La iniciativa, impulsada por BBVA y Bancamía y a la cual se presentaron más de 600 postulaciones, entregó cinco becas a igual número de hijas de familias de microempresarios que fueron reconocidas por los impactos de sus historias, tanto en los temas ambientales, empresariales y de proyectos de vida.
Las becas, además de incluir los costos de matrícula de cada semestre, cuentan con un presupuesto de mantenimiento mensual. Adicionalmente, cada joven fue beneficiada con un computador portátil para poder adelantar sus estudios en el entorno de la virtualidad, como lo exige la emergencia sanitaria.
De este modo, en los primeros meses de este año, estas jóvenes becadas iniciaron sus estudios de manera virtual en las universidades Autónoma de Manizales, de Santander, Visión de las Américas y en la de Medellín.
Realidades y desafíos virtuales
No obstante, para estas mujeres que han tenido el sueño de llegar a la universidad, esta nueva etapa también les ha significado retos, es el caso de Alejandra Buitrago, quien inició estudios de Veterinaria y Zootecnia en la Universidad Visión de las Américas, de Medellín, pero quien tuvo que irse de la finca en La Unión, Antioquia, donde ha vivido toda su vida, a la ciudad, por problemas con la conexión a internet.
Una situación similar tuvo que vivir Karen Sarmiento, quien estaba viviendo en Bogotá para poder terminar el bachillerato y regresó a la finca de sus padres en la zona rural de Fresno, Tolima, tras obtener la beca, y lograr un cupo en la Universidad Autónoma de Manizales para estudiar Economía.
Mientras unas cambian su rutina de vida, otras apostaron a seguir con el negocio familiar. Es el caso de Kelly Zapata, una joven de Dabeiba, Antioquia, quien al lado de su mamá, una microempresaria de la confección dedicada a la organización de bodas y eventos, forjó el gusto por el diseño de modas.
Una idea similar acompaña a Vanessa González, ella desde La Dorada, Caldas, tiene claro que su llegada a la Universidad Autónoma de Manizales a estudiar Negocios Internacionales puede marcar un antes y un después en el negocio familiar, que consiste en el cultivo de lombriz capitana, esencial para la práctica de la pesca.
Psicología y solidaridad
En Bosconia, Cesar, Dayana Montenegro, apenas terminó el bachillerato ya tenía claro que deseaba estudiar era Psicología, pero su mayor problema radicaba en la falta de recursos para poder hacerlo, pero su mamá, una estilista apoyada por Bancamía, recibió la convocatoria a la beca Transformando Realidades como una gran oportunidad para postular el sueño de su hija.
Fuente: BBVA