“Colombia no será nada hasta que no eduque su gente”: Rodolfo Llinás, el neurocientífico más importante de Colombia
Compensar cumpliendo con su objetivo de democratizar la información trajo a Bogotá al neurofisiólogo más importante y reconocido de Colombia, Rodolfo Llinás, quien el 3 de diciembre dictó su conferencia: ´Los aportes de la neurociencia a la educación´. El evento reunió a más de 800 personas interesadas en reflexionar sobre el actual sistema educativo.
¿Quién es Rodolfo Llinás?
Rodolfo Llinás es el médico y neurofisiólogo más importante de Colombia. A lo largo de su trayectoria se ha destacado por sus aportaciones a la neurociencia, campo que desde muy pequeño le interesó gracias a su abuelo Pablo Llinás, pionero de la psiquiatría en Colombia, y su padre Jorge Llinás, reconocido cirujano de tórax.
Desde pequeño ha sido curioso y precisamente esa capacidad de asombro es lo que lo ha llevado a investigar el funcionamiento del cerebro. En 1989 publicó la Ley Llinás, también conocida como ley de la no intercambiabilidad, la cual demuestra que una célula nerviosa no puede ser reemplazada por una de otro tipo, descubrimiento que lo llevó a ser galardonado por la Fidia Research Foundation Neuroscience Award Lectures.
Recientemente, ganó el premio Ralph W. Gerard, el más alto reconocimiento de la neurociencia, gracias a su aporte a la biofísica de la membrana de las neuronas.
Rodolfo Llinás y la educación
El periodista Pablo Correa en el artículo ‘Los diez mandamientos de Rodolfo Llinás’ aseguró “Llinás tiene dos hijos, ambos médicos. Rafael, el mayor, es neurólogo; Alex es oftalmólogo. Llinás siempre se sintió decepcionado de la educación que recibían sus hijos, a pesar de estar matriculados en dos de los mejores colegios de Nueva York”.
Y es que el doctor Rodolfo Llinás siempre ha sido un crítico del sistema educativo; tal vez esto fue lo que lo llevó a crear la Comisión de Sabios, un colectivo que en 1993 se encargó de presentar una reforma al modelo educativo colombiano, aunque, como él aseguró en la conferencia, en la actualidad no le sirve a nadie, “somos un baúl repleto de contenidos, pero vacío de contexto”.
Pero, más allá de criticar, Rodolfo Llinás es un hombre propositivo. Por ello, para Alexandra Visbal, Coordinadora de Bibliotecas de Compensar, “contar con su participación en este evento fue una oportunidad única para acceder a información científica aterrizada a nuestro país. Llinás nos plantea cómo desde la neurociencia los niños pueden mejorar sus procesos cognitivos, pero no solo eso, nos lleva a reflexionar cómo desde nuestro campo profesional podemos aportar a construir un mejor país”.
Conclusiones de la conferencia: ´Los aportes de la neurociencia a la educación´
Rodolfo Llinás comenzó su intervención preguntándole a los asistentes: ¿qué características debe tener el estudiante óptimo? A lo que concluyó que cada niño posee cualidades y capacidades diferentes. Por esta razón, es necesario educar partiendo de estas características y no agrupar o clasificar a los estudiantes.
De igual forma, señaló que la sociedad colombiana debe comprender que el sistema educativo tiene que cambiar la forma, los contenidos y los contextos de enseñanza puesto que estos no están generando los resultados esperados. De hecho, en las recientes pruebas del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA) Colombia fue el país perteneciente a la OCDE que obtuvo menor puntaje, ocupando el puesto 58 entre 73 países participantes.
Por esta Razón Llinás afirmó, “Colombia no será nada hasta que no eduque su gente”, en ese sentido, los maestros juegan un rol importante para transformar el modelo educativo, puesto que en un proceso de aprendizaje ellos son los generadores de cambio y los encargados de enseñarles la importancia del contexto, no para acumular conocimiento sino para aplicarlo en su vida cotidiana.
Con esto queda demostrado que el modelo educativo de Colombia debe cambiar los procesos de educación y los modelos pedagógicos, solo así el país logrará contar con más reconocidos científicos como Rodolfo Llinás.
Fuente: Compensar