Agua, biodiversidad y agroalimentos hacia una producción más sostenible
La conexión de estos tres elementos exige una gestión cuidadosa para garantizar la sostenibilidad ambiental y la seguridad alimentaria.
Colombia se distingue como uno de los principales exportadores mundiales de café, banano y aceite de palma. Por su parte, los Países Bajos, junto con la Unión Europea en general, son destinos clave para estos productos agrícolas colombianos. Esta relación comercial ha llevado a la Embajada del Reino de los Países Bajos a enfocar su atención en Colombia, especialmente en Magdalena, donde se produce y exporta gran parte de estos productos a través del puerto de Santa Marta hacia Rotterdam y Ámsterdam.
Motivada por esta conexión comercial, la Embajada ha colaborado estrechamente con las organizaciones locales en el Magdalena desde 2019, con el objetivo de mejorar la eficiencia en la gestión del agua en la agricultura, explica Nicolás González, asesor agrícola de la Embajada.
En este contexto, el proyecto ‘Nexus Agua, Biodiversidad y Alimentos’ surge gracias a una alianza entre WWF y la Embajada del Reino de los Países Bajos en el marco de la Plataforma de Custodia del Agua, con el propósito de analizar las interdependencias entre estos tres elementos en las cuencas de los ríos Frío y Sevilla, que nacen en la Sierra Nevada y desembocan en la Ciénaga Grande de Santa Marta, reconociendo la vital importancia de un enfoque integral para mantener y mejorar la productividad de estas cuencas.
La Conexión Vital: Interrelaciones entre Agua, Biodiversidad y Agricultura
El agua desempeña un papel crítico tanto en la agricultura como en la preservación de la biodiversidad. La gestión eficiente del agua es fundamental para la agricultura, siendo el sector agrícola el principal consumidor de agua a nivel mundial, según la FAO. Además, la disponibilidad de agua de calidad es esencial para promover la agricultura sostenible y asegurar la disponibilidad de alimentos. Por otro lado, los ecosistemas acuáticos, como ríos, lagos y humedales, albergan una rica biodiversidad y desempeñan funciones críticas en la purificación del agua y la regulación de los ciclos hidrológicos.
Por su parte, la biodiversidad brinda numerosos beneficios a la agricultura al proporcionar servicios ecosistémicos esenciales como la polinización, el control de plagas y la conservación del suelo. Sin embargo, la transformación de tierras y la intensificación agrícola pueden llevar a la pérdida y fragmentación de hábitats naturales, lo que representa uno de los principales impulsores de la pérdida de biodiversidad a nivel global.
Para contrarrestar estos impactos negativos, la agricultura puede contribuir de manera positiva a la biodiversidad mediante la conservación de hábitats, prácticas orgánicas y la diversificación de cultivos. Es esencial promover la transformación productiva y la colaboración para adoptar prácticas agrícolas sostenibles que protejan la biodiversidad, logrando así un equilibrio beneficioso entre la producción de alimentos y la conservación ambiental.
Comprensión del Nexo para orientar las acciones en pro de un territorio más sostenible
El proyecto 'Nexus Agua, Biodiversidad y Alimentos' ha sido una oportunidad invaluable para reflexionar sobre la estrecha relación entre la producción de alimentos, la conservación de la biodiversidad y la gestión del recurso hídrico. Este análisis cobra especial relevancia en ecosistemas estratégicos como la Sierra Nevada de Santa Marta en el Magdalena, donde convergen las cadenas de producción de café, banano y palma de aceite, como señala Wolt Bodewes, entrenador de Desarrollo del Sector Privado de la Agencia de Empresas de los Países Bajos (RVO).
Jairo Guerrero, oficial de recursos hídricos de WWF Colombia, destaca la importancia de comprender estas interrelaciones y sus implicaciones. Reconoce que, si bien existen impactos que afectan los ecosistemas, estos prestan servicios ecosistémicos con invaluables contribuciones para la sostenibilidad de este territorio. Por ello, se busca alcanzar un equilibrio mediante una gestión adecuada de los recursos. En este sentido, se promueven iniciativas en el marco de la Plataforma de Custodia del Agua, un espacio de gobernanza regional, para que los sectores productivos colaboren en la mitigación de los impactos en la biodiversidad y el agua.
Finalmente, es fundamental destacar que este proceso ha permitido identificar una serie de indicadores que facilitarán medir y hacer seguimiento a estas interrelaciones. Este seguimiento será clave para evaluar cómo las acciones llevadas a cabo en pro de mantener un equilibrio entre el agua, la biodiversidad y los agroalimentos están contribuyendo verdaderamente a la salud de la cuenca, a una producción más sostenible y a la preservación de los servicios ecosistémicos en este territorio.
Fuente: WWF