2024 fue el año más caluroso y el primero que supera el límite de los 1,5 ºC
Por: Teresa Guerrero
Viernes, 10 enero 2025
2024 ha batido el récord de calor alcanzado en 2023, convirtiéndose en el año más caluroso desde 1850, cuando comenzaron a tomarse mediciones. Así lo asegura el informe anual que publica este viernes el Servicio de Cambio Climático de Copernicus, y que recoge además otros registros que hacen de 2024 un año particularmente negativo en lo que respecta a la crisis climática.
Ha sido además un año con numerosos fenómenos meteorológicos extremos en todo el mundo, desde tormentas severas e inundaciones hasta olas de calor, sequías e incendios forestales. De hecho, tanto el informe anual climático de Copernicus como el de otros organismos como la NASA, la NOAA, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) o el Met Office británico -que publicarán sus análisis a lo largo de este viernes-, llega la misma semana en la que California sufre uno de los peores incendios de su historia, azuzado por vientos muy fuertes, y amplias zonas de EEUU han hecho frente a unas nevadas históricas.
Según el informe de Copernicus, los prolongados períodos secos en varias regiones del mundo crearon el año pasado condiciones propicias para los incendios forestales que fueron especialmente graves en toda América. En términos de emisiones de carbono de incendios forestales, Bolivia y Venezuela registraron sus niveles más altos registrados, mientras que Canadá registró sus segundos niveles más altos.
Récord de calor
En lo que respecta al récord de calor, la temperatura media mundial fue de 15,10 °C, lo que supone 0,72 °C más que la media del período 1991-2020, y 0,12 °C más que la de 2023, el año que hasta ahora ostentaba el récord como el más tórrido desde que se toman registros. El 22 de julio de 2024 se batió además el récord diario de temperatura global, con 17,16 ºC.
Otra característica destacada del año que acaba de terminar es que ha sido el primero en el que prácticamente todos sus meses, con la excepción de julio, han tenido una temperatura media global que supera en más de 1,5 grados la que había en la era preindustrial (globalmente, la temperatura media en 2024 fue 1,6 grados superior a la del periodo 1850-1900).
Desde julio de 2023 hasta diciembre de 2024, todos los meses menos julio de 2024 han superado el límite de aumento de temperatura que la comunidad internacional se había propuesto no rebasar a finales de siglo, un objetivo que quedó plasmado en el Acuerdo de París firmado en 2016.
Que este límite se haya superado durante un periodo limitado de tiempo como éste no es una buena noticia para la lucha contra el cambio climático, pero no supone que no pueda conseguirse todavía el objetivo marcado por el Acuerdo de París, pues tal y como aclaran los científicos de Copernicus, para que se considere así tiene que haber anomalías de temperatura promediadas durante al menos 20 años.
"El futuro está en nuestras manos: una acción rápida y decisiva aún puede alterar la trayectoria de nuestro clima futuro", ha señalado Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, que subraya que "todos los conjuntos de datos sobre temperatura global producidos internacionalmente muestran que 2024 fue el año más caluroso desde que comenzaron los registros en 1850".
La influencia de El Niño
El principal factor detrás de las temperaturas inusualmente altas registradas en la superficie terrestre y en la superficie del mar durante 2024 es el cambio climático inducido por la acción humana, pero también han contribuido otras causas entre las que destaca el fenómeno natural de El Niño, según afirman los científicos que firman el informe de Copernicus.
De hecho, siguiendo la tendencia de la segunda mitad de 2023, cuando ya se notaron los efectos de El Niño, la temperatura media de la superficie del mar en 2024 también batió récords, al alcanzar los 20,87 °C, 0,51 °C por encima del promedio del periodo 1991-2020.
Asimismo, el informe de Copernicus destaca que durante el año pasado la cantidad total de vapor de agua en la atmósfera ha sido la más alta que se ha medido hasta ahora, pues ha estado aproximadamente un 5% por encima del promedio de 1991-2020, y 1% más alta que en 2016 y 2023, los años que hasta ahora tenían los niveles más altos.
Este dato es importante pues las temperaturas extremas y la alta humedad contribuyen a aumentar los niveles de estrés por calor. Gran parte del hemisferio norte experimentó más días que el promedio con "estrés por calor extremo" durante 2024, hasta el punto de que el 10 de julio de 2024, el 44% del planeta estaba afectada por estrés de calor fuerte o extremo, lo que supone un 5% que el máximo anual en promedio.
Asimismo, el abundante suministro de humedad amplificó el potencial de lluvias extremas y combinado con las altas temperaturas de la superficie del mar, contribuyó al desarrollo de grandes tormentas, incluidos ciclones tropicales, favoreciendo que fueran más intensos.
Gases de efecto invernadero
En lo que respecta a la concentración en la atmósfera de gases de efecto invernadero, considerada la principal causa del calentamiento global, tanto la cantidad de dióxido de carbono como de metano siguió al alza en 2024: 422 partes por millón (ppm) de CO2 y 1.897 ppb de metano. Esto supone que las concentraciones de CO2 fueron el año pasado 2,9 partes por millón más altas que en 2023, y las de metano, 3 partes por millón superiores.
Las altas temperaturas propiciaron también una disminución del hielo marino en la Antártida y el Ártico, que es un elemento clave en la regulación del clima terrestre. Tras alcanzar los valores mínimos récord para la época del año durante ocho meses de 2023, la extensión del hielo marino en la Antártida volvió a alcanzar valores mínimos récord o casi récord durante gran parte de 2024. De junio a octubre, la extensión mensual fue la segunda más baja, detrás de 2023, y la más baja para noviembre.
En lo que respecta al Ártico, la extensión del hielo marino estuvo relativamente cerca de su promedio de 1991-2020 hasta julio, pero cayó muy por debajo del promedio en los meses siguientes. En su mínimo anual en septiembre, la extensión mensual ocupó el quinto lugar más bajo en el registro de los satélites.
Fuente: EL MUNDO